Polémica por la compra de pistolas paralizantes para la Policía Porteña

Politica | El Gobierno de Macri adquirió pistolas Taser X26 y desató la polémica. Son armas que descargan el ectricidad y que Amnistía Internacional pide no utilizar. La oposición pide explicaciones.

La Policía Metropolitana parece haber nacido para el escándalo. Desde las discusiones iniciales con el Gobierno Nacional por la financiación de la fuerza, pasando por las polémicas debido a la preparación de los agentes y culminando con el escándalo de espionaje que se llevó puesto a dos jefes: Jorge “Fino” Palacios y Osvaldo Chamorro.
Ahora, la polémica surge debido a la compra de cinco Taser X26, que son pistolas que descargan electricidad. Estas armas, están vedadas por la organización humanitaria Amnistía Internacional, que hace unos meses pidió a los gobiernos no utilizar esas pistolas.
“Amnistía Internacional ha reiterado su llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que limiten el uso de Taser y armas paralizantes parecidas, tras las conclusiones de la comisión de investigación Braidwood en Canadá según las cuales tales dispositivos son potencialmente letales”, señaló la organización el 29 de julio de 2009.

Las conclusiones del informe Braidwood reflejan muchos de los motivos de preocupación expuestos por AI en su estudioe sobre varias muertes ocurridas tras el uso de armas Taser en Estados Unidos. En un informe publicado en diciembre de 2008, AI examinó decenas de muertes ocurridas desde 2001 y concluyó que suscitaban graves motivos de preocupación sobre la seguridad y fiabilidad de tales armas.

Críticas de la oposición
Ante esto, los legisladores de Proyecto Sur manifestaron su “profunda preocupación por la adquisición de armas fuertemente cuestionadas por el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional".
Quien no podía faltar a la polémica fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien dijo estar “absolutamente en contra” de las pistolas Taser si se usan para protestas sociales.
"Hay experiencias muy fuertes y la Argentina no esta preparada para eso. No lo veo como un cosa que me quite el sueño porque antes que pegarle a alguien hay que reducirlo de la mejor manera", sostuvo intentando bajarle el tono a la cuestión
Por su parte, el legislador y dirigente gremial Francisco “Tito” Nenna fustigó duramente la medida. "Las Taser X 26 son ni más ni menos que picanas actualizadas y modernas que descargan electricidad", explicó.
A través de un comunicado, Nenna cuestionó que "Macri vetó el Comité contra la Tortura y Montenegro adquiere picanas para la Policía Metropolitana". "No es casual que se vete una ley que prevé monitorear que no se torture en cárceles y comisarías, y a la vez se dote a la nueva policía de este tipo de armamento", analizó.

Las justificaciones del gobierno porteño
Por supuesto, el gobierno de Macri salió a justificar la medida. El ministro de Seguridad de la ciudad, Guillermo Montenegro opinó que "es un disparate" que se acuse a su gobierno de haber adquirido armas que funcionan como método de tortura y explicó que se trata de pistolas "con descarga eléctrica de baja intensidad que no puede provocar lesión".
"Siempre se trata de que el policía lo último que saque es el arma de fuego. En ese contexto, se empieza averiguar sobre armas no letales utilizadas por las primeras policías del mundo", remarcó el cuestionado Montenegro.
Asimismo, el nuevo jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, dijo que "entiende" que este tipo de pistolas traiga "malos recuerdos" por "la memoria del país", pero sostuvo que su uso es preferible al de armas de fuego.