Compañeras y compañeros:
Hoy hubiese querido tener tiempo para escribir algo sobre Evita, pero no pude, porque estuve junto a los compañeros de La Cava, que fueron apaleados salvajemente por la policía buenos aires 2 e intrusados por empleados municipales de San Isidro que, maza en mano, comenzaron a demoler sus casas. Casualmente las casas de mujeres solas, que no podían defenderse.
¡Que valientes estos muchachos! dirigidos por ese prohombre que es el intendente PoSSe, sí , el mismo del muro de la verguenza.
Por suerte existen los poetas, que reflejan con belleza lo que tenemos tallado en el alma.
Un y que lo disfruten. Daniel Sanz
abrazo
un verbo sin decir/ sin gritar/ un
verbo calladito y sin balcón
un verbito nomás
un verbo más o menos
sin jugar ni conjugar
sin tiempo ni modo
ni voz/ ni vos no yo tampoco
teníamos el verbo:
HABÍA UN SILENCIO ASÍ
Pero el verbo se hizo carne
y habitó (evitó) entre nosotros
EVITA (dijo el verbo)
Evita tú/ evite él/
evitemos nosotros
evitamos —dijo el mosquito—
y la historia araba, evitaba
para él y con nosotros
arrastrados por ella.
Ella, Evita (de evitar)
arrastró por todos
se arrastró (para los arrastradores)
le enrostraron arrastrada
y era verdad (oh mentirosos)
que los llevaba a la rastra
de la nariz/ de los huevos
los llevaba la hembra
con olor de la historia
entre la piernas/ entre las manos
entre las masas y hacia la calle
(y el amor) con el pueblo
a los gritos, oh escandalosa.
EVITA (le decían) evita
hacer olas, y Evita no evitaba:
oleaba, olía, el celo de la gente la arrastraba.
El arrastre de Evita: oh señora,
arrastra pro nobis.
Dicen mis amigos/ que mi vino es triste
pero ella vino (de venir)/ verbalizó:
Evita tú —me dijo— el vino entristecido
Evita (de evitar) las noches largas
las amargas rachas las tantas Nachas
dijo Evita y vino (de venir)
conjugó el verbo invitó el vino (de beber) bebió/
bendijo/ el agua de las fuentes
las patas de las fuentes las manos de los fuegos y
metió/ las manos en el agua el agua en el fuego
el huevo en el agua (ponía huevos Evita)
y con éste le puso sal/ con éste
le puso amor y con éste sí, con éste (les dijo) no
a los Pícaros/ no a los Gorditos
Evitó que los Pícaros Gorditos se lo comieran Todo.
Después tendió la mesa en la plaza
dio de comer (no a las palomas)
dio de creer en el plato (no a los creyentes) en la plaza
Y un día dijo (Evita dijo): Eviten
sacar los pies del plato pero —sobre todo—
NO SAQUEN NUNCA LAS PATAS DE LAS FUENTES
(Hay que volver a las fuentes, revisó
el re-visionista que re-veía).
Dijo y decía mi madre: Evita (de evitar)
las malas (cuídate Juanito de) las malas compañías
—carteles grandes/ grandes compañías—
dicen: EVITA elegir/ elige EVITAR dicen
evita/ las salidas de fábrica
las camisas salidas los descamisados
Evita/ los descamisados (y no sólo):
no te descamises - no te descarriles - no te amontones
EVITA (de evitar) los amontonados:
te tocan (de tocar) o te toca (de morir)
como le tocó a aquél o al otro
por amontonado. Evita, evita entonces.
Si evitas —digo, decían—
si EVITA fuera o sería
o viviera sería pero eso es
“lo que hubo de haber habido”/
decía El Que Te Dije/ porque ya
No Es (de to be: ser o estar)
por que el verbo se hizo cáncer
(la carne dejó al verbo sin sujeto/
sin sujetar/ se soltó sola)
y deshabitó entre nosotros:
Y HUBO OTRO SILENCIO ASÍ.
Pero EVITA —decíamos—
evita los temores los tumores la mala sangre
la mala leche de los años en tres
la coartada de volver, de ser millones de montones
no te vayas no, carajo:
aparta de mí esa hora/ las veinte y veinticinco/
no entres/ no salgas a la inmortalidad/ evita
EVITA las inmortalidades, evita/ Lo Inevitable.
Y colorín (Evita —dijo— la moraleja)
colorado (evita la queja, la moda vieja)
este cuento se ha
No acabes, compañera: Evita, no te
Entregues, no te vayas
aguanta todavía/ otro día/ peronista
no te calles compañera
porque hubo/ había una/ dos veces
un verbo bien dicho y conjugado
Conjugue, compañera
descamise/ renuncie, funde/
dignifique, compañera
Evite el silencio: preséntese
Preséntese que se siente
se siente todavía
bajito se siente, se siente.
"Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." Arturo Jauretche
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