Crimen de Santiaguito: Perpetua para los acusados
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata dio a conocer el fallo por el asesinato de Santiago Miralles, el chico de seis años secuestrado y asesinado en 2005. En sus últimas palabras, los cuatro acusados se habían declarado inocentes.
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La pena máxima recayó para Enrique Eloy Coito Piriz; a su esposa, Ana Isabel Machado Vargas; el hijo de ambos, Henry Alexander Coito Machado y al padrino de éste último, Abel Domínguez Farías por el asesinato deSantiago Miralles, de 6 años, ocurrida tres años atrás.
La sentencia fue calificada por secuestro seguido de homicidio triplemente agravada por la edad de la víctima, por la pluralidad de intervinientes y por haber asesinado intencionalmente a la persona ofendida.
El pequeño Santiago, de 6 años, había sido secuestrado por sus vecinos, quienes lo tuvieron una semana en cautiverio y luego de torturarlo arrojaron su cuerpo en un pozo ciego.
Durante los alegatos, la fiscalía, al igual que la querella, habían solicitado la pena que le dio hoy el tribunal a cargo de Carlos Rosansky, Norberto Lorenzo, Horacio Isarrualde y el fiscal Darlos Dalau Dunn.
Con un cerrado aplauso, familiares, representantes de Madres del Dolor celebraron desde los minutos finales de conocerse la sentencia judicial.
Previamente a la lectura del fallo, Enrique Eloy Coito Piriz, declaró: "Estoy dispuesto a dar mi vida. Pero pase lo que pase, no me voy a callar la boca y a los cuatro vientos diré mi inocencia. Por mí y por mi familia".
Y agregó con voz temblorosa y nerviosa que "los asesinos están en la calle, y no muy lejos de dónde vivíamos nosotros y los padres de Miralles".
Santiaguito había desaparecido el miércoles 13 de julio de 2005, y unos 400 policías, junto con la Red Solidaria y Missing Children estuvieron buscándolo durante varios días.
El cuerpo del niño presentaba un fuerte golpe en la cabeza, producto de un ladrillazo, y según se determinó, lo arrojaron al pozo ciego aún con vida, por lo que murió ahogado.
La sentencia fue calificada por secuestro seguido de homicidio triplemente agravada por la edad de la víctima, por la pluralidad de intervinientes y por haber asesinado intencionalmente a la persona ofendida.
El pequeño Santiago, de 6 años, había sido secuestrado por sus vecinos, quienes lo tuvieron una semana en cautiverio y luego de torturarlo arrojaron su cuerpo en un pozo ciego.
Durante los alegatos, la fiscalía, al igual que la querella, habían solicitado la pena que le dio hoy el tribunal a cargo de Carlos Rosansky, Norberto Lorenzo, Horacio Isarrualde y el fiscal Darlos Dalau Dunn.
Con un cerrado aplauso, familiares, representantes de Madres del Dolor celebraron desde los minutos finales de conocerse la sentencia judicial.
Previamente a la lectura del fallo, Enrique Eloy Coito Piriz, declaró: "Estoy dispuesto a dar mi vida. Pero pase lo que pase, no me voy a callar la boca y a los cuatro vientos diré mi inocencia. Por mí y por mi familia".
Y agregó con voz temblorosa y nerviosa que "los asesinos están en la calle, y no muy lejos de dónde vivíamos nosotros y los padres de Miralles".
Santiaguito había desaparecido el miércoles 13 de julio de 2005, y unos 400 policías, junto con la Red Solidaria y Missing Children estuvieron buscándolo durante varios días.
El cuerpo del niño presentaba un fuerte golpe en la cabeza, producto de un ladrillazo, y según se determinó, lo arrojaron al pozo ciego aún con vida, por lo que murió ahogado.