A 50 años de la revolución

Te miro a los ojos y sé que eres honesto

La última entrevista de un periodista argentino a Fidel Castro en su mandato. Juan Rezzano cuenta en exclusiva a 24CON los detalles de aquella tarde memorable.

por

José Luis Gallego

Juan Rezzano es el jefe de redacción del diario Diagonales. Entre los trofeos virtuales de su historial como periodista quizá el más destacado es la entrevista que hizo para el diario Perfil a Fidel Castro, durante la cumbre del MERCOSUR en la Argentina. Lejos de admitirlo, Rezzano humildemente dice que se trató de un hecho fortuito. Sin embargo, esta entrevista tiene un lujo especial: es la última nota que dio Fidel como presidente a un periodista argentino.

Juan Rezzano se reclina sobre el sofá de su memoria y comienza a evocar aquel mediodía de julio.”Se trató de un encuentro fortuito del destino-dice y continua-: La situación era muy incomoda, estábamos en un corralito apretujados entre 30 periodistas, el tipo pasa por adelante nuestro y logré captar su atención. Gritándole ¡comandante!, ¡Comandante!”, explica emocionado.

Quizás a simple lectura resulta poco destacada esta situación, pero en un contexto de muchos periodistas apretujados intentando obtener una nota, lograr captar la atención de una personalidad como la Fidel, no es poca cosa. Rezzano explica este hecho de la siguiente manera: ”Tiene que ver con la escuela que me dio el diario Perfil, donde te inculcan la idea de que ninguna nota es imposible. Yo, ¿hablar con Fidel Castro? Yo, Juan Rezzano, ¿con uno de los lideres mas importantes del siglo XX?”

Juan revive la situación de esta manera: “Castro fue a visitar la casa del Che Guevara en Alta Gracia donde pasó su infancia para curarse del asma. Fidel venia de la cumbre del MERCOSUR que había terminado el viernes a la noche. Por suerte yo enganché un buen lugar porque estaba delante de todo. Castro apareció, llegó en un auto de la delegación venezolana. Cuando bajó, pasó por adelante nuestro. Lo único que tenía pensado era hablarle de la manera que le gustaba más, tenía la información que le gustaba que le dijeran comandante. Era una lotería, no conocía las características del personaje en relación con la prensa. El día anterior había tenido un cruce muy fuerte en malos términos con un periodista de Miami. Este periodista lo increpó por el caso de la doctora Molina. Y Castro le respondió acusándolo de agente de la CIA, de haber recibido un pago para ponerlo en una situación incomoda. Este episodio había puesto a Fidel de muy mal humor".

Aquella noche, Fidel había dado un discurso memorable de 3 horas y media en el campus de la Universidad de Córdoba. Había sido un día muy caluroso y a la noche la temperatura descendió muy abruptamente, lo que le provocó la recaída de una angina y el debilitamiento de su salud que terminó por precipitar su renuncia a la presidencia de Cuba. Rezzano recuerda: “Cuando pasó delante nuestro traté de gritar más que los demás y tuve la suerte de que al lado mío y atrás había camarógrafos y no periodistas, entonces se produjo una conversación mano a mano en el medio del bullicio. Mi gran duda en ese momento era saber si encarar 3 o 4 preguntas históricas, en ese caso mi miedo era quedar a mitad de camino con alguna pregunta sobre la revolución cubana. Prefirí la coyuntura y le pregunté sobre el caso de la doctora Molina. En ese momento se puso muy tenso y permaneció hablando conmigo. Volvió a nombrar lo del periodista pago agente de la CIA, a lo que le retruqué que a mi no me pagaban por eso y no era agente de la CIA y que ese tema para la Argentina era de muchísimo interés y si efectivamente iba a permitirle a la doctora Molina viajar. El tipo tiene un encanto natural, impresionante. Te mira a los ojos, tiene una mirada muy penetrante. Él me miro y dijo, te veo y sé que eres honesto, y continuó hablando sobre la doctora Molina, y finalmente dijo que lo iba a considerar".

"Después, una vez terminado el reportaje tomé conciencia de lo que había hecho, lo que había logrado casi fortuitamente. Había entrevistado a Fidel Castro. Efectivamente después no respondió preguntas de otros periodistas argentinos. Ahí fue donde me temblaron un poco las piernas, me dio pánico por ver si el grabador había tomado eso ya que había muchísimo bullicio. Esos 4 segundos donde se te plantea la posibilidad de haber perdido la entrevista de mi vida.. pero por suerte había grabado bien", continía detallando aquella memorable ocasión.

Al regreso, en la redacción lo esperaba el reconocimiento de sus compañeros: "Después, cuando fui al diario me encontré con que mis compañeros me habían hecho una prueba de tapa de Perfil con el título principal 'Rezzano es honesto'. La pegaron por la redacción y eso estuvo divertido. Por sobre todo para mi, esta nota es el reconocimiento a cierta escuela que inculca Perfil de no descartar ninguna nota como imposible. A veces parecía que nos pedían disparates, pero reconocer que esos disparates nunca son tal es un aprendizaje. Después vino la renuncia de Fidel como presidente y la cuasi certeza, de haber sido el último periodista en haber entrevistado a Fidel Castro como mandatario. Son cosas que te dan gran satisfacción”.

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