A las cinco de la tarde, en la sede de su Movimiento PAIS, en la avenida Shyris, el verde flúo, color partidario, explotó de júbilo. El primer indicio de la victoria histórica se verifico después. Al presidente le siguió, lejos, el destituído jefe de Estado y ex coronel Lucio Gutiérrez, con un más que sorprendente 27 a 30%, en función de lo que le otorgaban los sondeos previos.En comicios del que también participaron miles de emigrados en EE.UU.,
Y sobre alcaldías, ganó Quito con Augusto Barrera, aunque en Guayaquil, su mayor oposición, retuvo el poder el conservador Jaime Nebot. En la Asamblea (Congreso) habría llegado a 61 de 124 bancas y podría sumar algunos más. En su sede partidaria quiteña había euforia, tras carteles de Correa con su frase: "Te decides entre el oscuro pasado o esta hermosa revolución en democracia".En Guayaquil, donde esperó los resultados, Correa dijo que era una "victoria del pueblo" y llamó a la oposición a "acuerdos programáticos, y si hay diferencias, a debatir en la Asamblea". Pero aclaró que sólo incluía a "grupos con manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes". Que "no todos los tienen", acotó. El economista de 46 años está en el poder desde 2007, impulsando su "Revolución ciudadana" y "Socialismo de siglo XXI" y ahora seguirá hasta 2013, con la posibilidad de poder ser reelecto una vez más.
La enorme popularidad de la que goza Correa se ha mantenido prácticamente intacta en dos años, desde que asumió y le ha permitido que sus proyectos sean aprobados con amplia mayoría. No conoce la derrota. Su idea de instalar una Asamblea Constituyente fue aprobada con casi el 82% de los votos, y posteriormente sus aliados ganaron 80 de los 130 escaños disputados en la elección de asambleístas enseptiembre del 2007. En septiembre del año pasado, la nueva Constitución fue aprobada con el 64% de los votos. Se votó en calma, pese a que los opositores Alvaro Noboa (que sacó 8%) o Martha Roldós (4%) mentaron chanchullos. Ayer tempranísimo, militar al fin, Gutiérrez, votó en el colegio 24 de Mayo y llevó denuncias. Sus fieles vociferaron allí con los de Correa. Pero la OEA y veedores europeos hablaron de transparencia y legitimidad.
La previa había sido anodina, sin debate de candidatos pero sí en las calles, en un pueblo politizado, y con fatiga publicitaria, desde el Malecón de Guayaquil a avenidas quiteñas, desde pueblitos serranos, costeros y amazónicos a urbes como Cuenca. La nueva ley favoreció un generoso reparto de dinero público a todos los candidatos para casi 2 mil cargos y "no pocos buscaron su minuto de fama", dijo a
El mandatario cosechó más en su primer bienio en sectores medio bajo y populares, por su política redistributiva en salud, educación, vivienda y bonos para los más pobres. Pero en los medio-altos aún conserva adhesiones, con gente que rescata la estabilidad lograda. Pero también hay otros que le endilgan "populismo" y arrogancia. Otro paisaje es El Camal, barrio tradicional y pobre del sur. O La Ferroviaria, poblada de nuevos inmigrantes muy pobres, que se despliega colorida sobre las laderas de montaña que bordean la ciudad. Rodeando los sitios de votación, como el Velasco Ibarra –colegio público con aulas que dan al patio de baldosas, que honra al 5 veces presidente y otras tantas derrocado y exiliado en Argentina– se "emplasticaban" documentos y vendían choclos, golosinas, bebidas, cangrejos o cabezas de chancho asado. "Chuta, pué, no saben de la gripe del chancho", se burlaba un hombre con poncho y panamá (se llama así, pero Ecuador reclama autoría) ajustado a la cabeza. Típica
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