Los cambios que traerá la nueva ley

Sur

Por Mariana Baranchuk

16-01-2010 /

Más trabajo. La ley prevé la creación y reactivación del sector pyme productor de contenidos. Docente de Políticas y Planificación de la Comunicación - Fac. Cs. Soc. - UBA

El 10 de octubre de 2009 se sancionó la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, y quienes consideramos que no es posible una democracia plena sin democracia comunicacional, festejamos. Festejamos el haber logrado la condición necesaria para democratizar las comunicaciones.
Las preguntas que surgen son: ¿cuándo se va a notar el cambio? ¿Por dónde va a comenzar a perfilarse un nuevo sistema de medios en la Argentina? ¿En qué momento será notorio para el ciudadano de a pie?
Más allá de los tiempos previstos por la reglamentación y de las postergaciones obligadas por la judicialización de la política, el cambio será paulatino y podrá ser apreciado primero en las provincias que en la Ciudad de Buenos Aires.
Los factores son varios: el ingreso de nuevos y diferenciados prestadores a la TV abierta será lento, probablemente lo primero que podrá apreciarse será un cambio en función de las cuotas de pantalla establecidas y las limitaciones a la transmisión en red. En ese sentido, será notorio el crecimiento de la llamada producción de terceros (hoy en las provincias el promedio de producción local independiente es del 4%, mientras que la ley exige según la cantidad de habitantes un escalonamiento del 30%, 15 y 10%), lo cual de hecho implicará una reactivación y/o creación del sector pyme de producción de contenidos, abriendo nuevas fuentes laborales para todo el sector de los trabajadores de la comunicación y la cultura. Asimismo, y como consecuencia de las cuotas establecidas y de la limitación al tiempo de transmisión en red, el tiempo de retransmisión (de la Capital hacia el resto del país) se acortará ostensiblemente (hoy figura cercano al 70%). Otras cuestiones podrán apreciarse a nivel general en todo el país: las cuotas previstas de música nacional en la radio, el florecimiento de los servicios de televisión de baja potencia; el ingreso de pymes y cooperativas a los servicios de cable, nuevas señales locales, acceso al disfrute de eventos de interés general, deportivos y futbolísticos por televisión en forma gratuita, el fortalecimiento de los medios públicos...
Las primeras resoluciones de la Nueva Autoridad de Aplicación están dirigidas a relevar el sistema a fin de su ordenamiento creando los registros que establece la ley. Sin embargo, la desconcentración mediática en su totalidad, con el consecuente ingreso de nuevos operadores con otras lógicas comunicacionales podrá advertirse únicamente en forma gradual.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual implica un gran paso hacia la democratización de las comunicaciones en la Argentina, su puesta en vigencia es condición necesaria pero no suficiente para alcanzar dicha democratización. Para obtenerla, la normativa deberá hacerse cumplir a rajatabla. Asimismo, los nuevos operadores del sistema (desde los comunitarios a los universitarios) deberán lograr que sus mensajes se diferencien del de los prestadores comerciales, no sólo en la construcción de la agenda sino también en las formas, incluidas las estéticas.
La Ley 26.522 representa un sólido y largamente anhelado punto de partida en la construcción de un sistema comunicacional que albergue todas las voces.

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