http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/HEBE EN VENEZUELA: UN VIAJE REPLETO DE SORPRESAS Y RECONOCIMIENTOS
La Presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, regresó esta mañana de su viaje por Venezuela, donde recibió el reconocimiento “doctora honoris causa” de la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY) por representar la lucha inclaudicable que las Madres emprenden desde hace 33 años a favor de los derechos humanos.
Además de recibir la distinción, la sexta que entrega esta casa de estudios en sus diez años de existencia, Hebe presentó en Venezuela, con enorme repercusión, el libro “Cocinando política sin que se queme”, que recoge las anécdotas, las recetas y las curiosidades del taller que dicta todos los martes en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi).
Hebe, acompañada por la rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, Inés Vázquez; el coordinador de Producción de la Imprenta de las Madres, Pablo Moratorio; y por su secretaria, Sofía Quinodoz, fue recibida en el Estado de Yaracuy con cientos de pasacalles colocados en las principales calles y avenidas con la leyenda: “Bienvenida Hebe de Bonafini, Madre de Plaza de Mayo”.
Toda la ciudad estuvo conmocionada y efervescente ante la visita de Hebe, admirada y respetada por tantos años de compromiso. La historia de lucha de las Madres es ampliamente reconocida en Venezuela, en general, y en Yaracuy, en particular.
Entre los argumentos que la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy brindó para detallar los motivos del reconocimiento, la directiva de la UNEY destacó: “su valioso aporte en el área pedagógica y de los derechos humanos”. “Sin duda, Hebe representa un vivo espíritu femenino que ha buscado con valentía la verdad y la justicia, y la UNEY como universidad de avanzada, reconoce los méritos que se centran en el estudio integral y transversal de la cultura a partir del intercambio con los saberes del pueblo, por ello será un honor para la universidad de la cultura distinguir con este doctorado a Hebe de Bonafini, conocida como la más representativa Madre de Mayo”.
Hebe recibió el reconocimiento y llamó proseguir la lucha por los derechos humanos: “No debemos dejar como herencia el dolor, sino el espíritu de batalla”, subrayó durante la ceremonia.
La Presidenta de la Asociación afirmó que el lauro congratula a las madres que luchan día a día por la justicia, y también a todas las que ya no están. “El dolor es intransferible, nadie lo querrá tener por mucho tiempo, lo que debemos sembrar es la voluntad para luchar”, insistió.
Hebe señaló, además, “que la lucha revolucionaria es de todos los días y que este reconocimiento es para todas las madres que luchan en Venezuela y América Latina por la búsqueda la justicia”.
“Cada paso de esta lucha, es un paso más que nos acerca a la unidad latinoamericana el sueño de nuestros libertadores, por el fortalecimiento de la patria grande”, expresó.
Sobre la lucha de las Madres, la Presidenta de la Asociación manifestó: “Nos dimos cuenta a tiempo que había que hacer política, pero hacer política sin ningún partido político, porque los pueblos no tenemos tiempo para leer los clásicos del marxismo, pero si tenemos tiempo y llevamos en nuestro corazón la sed de justicia, de igualdad y de libertad, sobre todo en los países donde algunos pocos tienen mucho y la mayoría del pueblo no tenemos nada”.
Además, resaltó la solidaridad de la Madres de la Plaza de Mayo, con todos los pueblos que luchan por su liberación, como el caso de las madres colombianas de Soacha y todas las madres que han perdido a sus hijos durante la larga noche del uribismo lo mismo que con las madres palestinas, que han visto morir a sus hijos a causa del terrorismo del Estado israelita.
Hebe le pido a las madres de Soacha que internacionalizaran su dolor para que la solidaridad del mundo abracen su causa y no desfallezcan por buscar la justicia para con sus seres queridos.
A su turno, el rector de la Universidad, Freddy Castillo Castellanos, comenzó su discurso con palabras de la propia Hebe: “‘Nos da mucha bronca pensar que hay gente (…) que se quiere sentar en la misma silla y en la misma mesa que los asesinos. Jamás nos sentaríamos con ellos porque no somos iguales. Pertenecen a una raza de malditos’”
“Las palabras anteriores fueron pronunciadas por Hebe de Bonafini el 3 de marzo de 1995 en un discurso que le sirvió para marcar un clarísimo deslinde entre la claudicación y la resistencia. He querido recordarlas de entrada porque las mismas no constituyen solamente una nítida declaración de principios indoblegables, sino también la elocuente definición de una conducta. Ellas expresan el talante insumiso de la gran mujer que hoy distinguimos en esta sala, así como la solidez moral del movimiento que preside: las Madres de Plaza de Mayo, cuya portentosa lección de dignidad es reconocida en el mundo por quienes aman la vida”, expresó.
Luego, tras repasar algunos hechos puntuales de la historia de las Madres, aseguró: “Esto fue apenas una mirada fugaz y arbitraria a las intensas décadas del insobornable oficio materno que reinventaron para el bien común Hebe de Bonafini y sus gallardas compañeras. Ellas ya no forman parte de una historia de los derechos humanos, que sería bastante en el plano formal de los tributos. Hay algo más que las distingue: pertenecen a un imaginario enaltecido por su conexión intemporal con la grandeza humana. Tocadas por una gracia inconcebible, son las Madres de todos los ofendidos y humillados del universo. Y son también la Plaza que une a los irredentos con quienes batallan por la equidad. Son espacio, tiempo y símbolo de una gesta sin fin”.
Posteriormente, el rector señaló: “Para nuestra universidad es un inmenso honor que Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo hayan aceptado este modesto homenaje, aquí y ahora, con todo lo que significa decir hoy en día en Venezuela ‘aquí y ahora’.
En el acto de reconocimiento, realizado en el Teatro del Complejo Cultural Andrés Bello en San Felipe, hubo espacio, por su parte, para que un poeta local les dedicara unos versos a las Madres.
Un día después del premio, Hebe presentó el flamante libro “Cocinando Política sin que se queme”, que recoge las anécdotas, recetas e historias del taller que dicta en el ECuNHi todos los martes.
El libro, bendecido con distintas especies de flores en una ceremonia floreal característica, generó una gigantesca expectativa, tanto como la noción de las Madres de relacionar la cocina con la política.
La presencia de las Madres en Yaracuy implicó, además, intensas repercusiones en distintos ámbitos: la Asociación de Abogados de ese estado, al destacar la lucha de la Asociación, anunció que comenzará a otorgar un reconocimiento a la defensa de los derechos humanos, bajo el nombre de “Hebe de Bonafini”. En tanto, la UNEY abrió una la cátedra de “Cocinando Política”, en homenaje al libro, al taller que dicta Hebe y la vinculación que es cen las Madres entre política, la cocina y lo que comemos.
En tal sentido, los medios venezolanos se hicieron eco de las actividades y ofrecieron una abundante cobertura de la visita de Hebe a ese estado venezolano.
Una vez más, Venezuela demostró que el lazo que une a ese pueblo con las Madres es tan intenso que la distancia geográfica que separa un país de otro se reduce a la nada misma.
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La Presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, regresó esta mañana de su viaje por Venezuela, donde recibió el reconocimiento “doctora honoris causa” de la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY) por representar la lucha inclaudicable que las Madres emprenden desde hace 33 años a favor de los derechos humanos.
Además de recibir la distinción, la sexta que entrega esta casa de estudios en sus diez años de existencia, Hebe presentó en Venezuela, con enorme repercusión, el libro “Cocinando política sin que se queme”, que recoge las anécdotas, las recetas y las curiosidades del taller que dicta todos los martes en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi).
Hebe, acompañada por la rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, Inés Vázquez; el coordinador de Producción de la Imprenta de las Madres, Pablo Moratorio; y por su secretaria, Sofía Quinodoz, fue recibida en el Estado de Yaracuy con cientos de pasacalles colocados en las principales calles y avenidas con la leyenda: “Bienvenida Hebe de Bonafini, Madre de Plaza de Mayo”.
Toda la ciudad estuvo conmocionada y efervescente ante la visita de Hebe, admirada y respetada por tantos años de compromiso. La historia de lucha de las Madres es ampliamente reconocida en Venezuela, en general, y en Yaracuy, en particular.
Entre los argumentos que la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy brindó para detallar los motivos del reconocimiento, la directiva de la UNEY destacó: “su valioso aporte en el área pedagógica y de los derechos humanos”. “Sin duda, Hebe representa un vivo espíritu femenino que ha buscado con valentía la verdad y la justicia, y la UNEY como universidad de avanzada, reconoce los méritos que se centran en el estudio integral y transversal de la cultura a partir del intercambio con los saberes del pueblo, por ello será un honor para la universidad de la cultura distinguir con este doctorado a Hebe de Bonafini, conocida como la más representativa Madre de Mayo”.
Hebe recibió el reconocimiento y llamó proseguir la lucha por los derechos humanos: “No debemos dejar como herencia el dolor, sino el espíritu de batalla”, subrayó durante la ceremonia.
La Presidenta de la Asociación afirmó que el lauro congratula a las madres que luchan día a día por la justicia, y también a todas las que ya no están. “El dolor es intransferible, nadie lo querrá tener por mucho tiempo, lo que debemos sembrar es la voluntad para luchar”, insistió.
Hebe señaló, además, “que la lucha revolucionaria es de todos los días y que este reconocimiento es para todas las madres que luchan en Venezuela y América Latina por la búsqueda la justicia”.
“Cada paso de esta lucha, es un paso más que nos acerca a la unidad latinoamericana el sueño de nuestros libertadores, por el fortalecimiento de la patria grande”, expresó.
Sobre la lucha de las Madres, la Presidenta de la Asociación manifestó: “Nos dimos cuenta a tiempo que había que hacer política, pero hacer política sin ningún partido político, porque los pueblos no tenemos tiempo para leer los clásicos del marxismo, pero si tenemos tiempo y llevamos en nuestro corazón la sed de justicia, de igualdad y de libertad, sobre todo en los países donde algunos pocos tienen mucho y la mayoría del pueblo no tenemos nada”.
Además, resaltó la solidaridad de la Madres de la Plaza de Mayo, con todos los pueblos que luchan por su liberación, como el caso de las madres colombianas de Soacha y todas las madres que han perdido a sus hijos durante la larga noche del uribismo lo mismo que con las madres palestinas, que han visto morir a sus hijos a causa del terrorismo del Estado israelita.
Hebe le pido a las madres de Soacha que internacionalizaran su dolor para que la solidaridad del mundo abracen su causa y no desfallezcan por buscar la justicia para con sus seres queridos.
A su turno, el rector de la Universidad, Freddy Castillo Castellanos, comenzó su discurso con palabras de la propia Hebe: “‘Nos da mucha bronca pensar que hay gente (…) que se quiere sentar en la misma silla y en la misma mesa que los asesinos. Jamás nos sentaríamos con ellos porque no somos iguales. Pertenecen a una raza de malditos’”
“Las palabras anteriores fueron pronunciadas por Hebe de Bonafini el 3 de marzo de 1995 en un discurso que le sirvió para marcar un clarísimo deslinde entre la claudicación y la resistencia. He querido recordarlas de entrada porque las mismas no constituyen solamente una nítida declaración de principios indoblegables, sino también la elocuente definición de una conducta. Ellas expresan el talante insumiso de la gran mujer que hoy distinguimos en esta sala, así como la solidez moral del movimiento que preside: las Madres de Plaza de Mayo, cuya portentosa lección de dignidad es reconocida en el mundo por quienes aman la vida”, expresó.
Luego, tras repasar algunos hechos puntuales de la historia de las Madres, aseguró: “Esto fue apenas una mirada fugaz y arbitraria a las intensas décadas del insobornable oficio materno que reinventaron para el bien común Hebe de Bonafini y sus gallardas compañeras. Ellas ya no forman parte de una historia de los derechos humanos, que sería bastante en el plano formal de los tributos. Hay algo más que las distingue: pertenecen a un imaginario enaltecido por su conexión intemporal con la grandeza humana. Tocadas por una gracia inconcebible, son las Madres de todos los ofendidos y humillados del universo. Y son también la Plaza que une a los irredentos con quienes batallan por la equidad. Son espacio, tiempo y símbolo de una gesta sin fin”.
Posteriormente, el rector señaló: “Para nuestra universidad es un inmenso honor que Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo hayan aceptado este modesto homenaje, aquí y ahora, con todo lo que significa decir hoy en día en Venezuela ‘aquí y ahora’.
En el acto de reconocimiento, realizado en el Teatro del Complejo Cultural Andrés Bello en San Felipe, hubo espacio, por su parte, para que un poeta local les dedicara unos versos a las Madres.
Un día después del premio, Hebe presentó el flamante libro “Cocinando Política sin que se queme”, que recoge las anécdotas, recetas e historias del taller que dicta en el ECuNHi todos los martes.
El libro, bendecido con distintas especies de flores en una ceremonia floreal característica, generó una gigantesca expectativa, tanto como la noción de las Madres de relacionar la cocina con la política.
La presencia de las Madres en Yaracuy implicó, además, intensas repercusiones en distintos ámbitos: la Asociación de Abogados de ese estado, al destacar la lucha de la Asociación, anunció que comenzará a otorgar un reconocimiento a la defensa de los derechos humanos, bajo el nombre de “Hebe de Bonafini”. En tanto, la UNEY abrió una la cátedra de “Cocinando Política”, en homenaje al libro, al taller que dicta Hebe y la vinculación que es cen las Madres entre política, la cocina y lo que comemos.
En tal sentido, los medios venezolanos se hicieron eco de las actividades y ofrecieron una abundante cobertura de la visita de Hebe a ese estado venezolano.
Una vez más, Venezuela demostró que el lazo que une a ese pueblo con las Madres es tan intenso que la distancia geográfica que separa un país de otro se reduce a la nada misma.
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