El ex oficial de inteligencia de la ESMA, Antonio Pernías, admitió la existencia de los "traslados" de prisioneros en ese centro clandestino de detención durante la dictadura, una forma de llamar a los denominados "vuelos de la muerte" en que se los arrojaba al Río de la Plata desde aviones.
Sin embargo, negó toda responsabilidad de los oficiales y suboficiales en esas decisiones, al sostener que "todo estaba decidido de antemano" ya que se trataba, según dijo, "de una guerra cruel".
Sin embargo, negó toda responsabilidad de los oficiales y suboficiales en esas decisiones, al sostener que "todo estaba decidido de antemano" ya que se trataba, según dijo, "de una guerra cruel".
Al declarar hoy ante el Tribunal Oral Federal 5 que lo juzga junto a otros 17 represores, Pernías consideró además "un error y un horror” haber secuestrado y hecho desaparecer a las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, por cuyo crimen, entre otros delitos, están acusados.
Pernías, sindicado como un torturador por los sobrevivientes del mayor centro de detención clandestino ubicado centro de la Capital, pidió ampliar su indagatoria y volver a declarar luego de haberse negado a hacerlo tras la lectura de los autos de elevación a juicio oral donde constan las imputaciones.
El ex marino aprovechó ese derecho para negar enfáticamente haber participado en el secuestro de las religiosas en la Iglesia de la Santa Cruz, en diciembre de 1977, junto al grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo, algo que había sido denunciado por varios testigos del juicio.
También aludió a sus funciones como interrogador mediante la aplicación de tormentos, procedimiento al que denominó "interrogatorios reforzados" que, según dijo a modo de justificación, eran legales en Israel e Irlanda.
"Pero no había ensañamiento, porque nosotros éramos personas de bien", dijo en otro tramo de su declaración, que levantó murmullos de indignación entre los asistentes, en su mayoría familiares de las victimas o sobrevivientes.
El juicio se inició el 14 de diciembre del año pasado y por las audiencias desfilaron ya más de un centenar de testigos, algunos por vía de teleconferencia dado que viven exiliados desde que fueron liberados de la ESMA.
En el banquillo de los acusados está, entre otros, el jefe de Inteligencia de la ESMA, Jorge "Tigre" Acosta, Alfredo Astiz, que se infiltró en la Madres para marcarlas en el secuestro; Alfredo Donda Tigel, que secuestró a su propio hermano, y hasta un ex canciller, el almirante Oscar Montes.
En este juicio oral son juzgados por 85 casos de delitos de lesa humanidad, incluidos el secuestro y desaparición del escritor Rodolfo Walsh, de las monjas francesas Duquet y Domon, y del grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayor que integraban Azucena Villaflor, Mary Bianco y María Esther de Careaga.
http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mostrar botones para compartir