“UN EJEMPLO CONTRA LA GUERRA SUCIA”
         
En  su discurso ante la 65ª Asamblea General de la ONU, el presidente de  los Estados Unidos, Barack Obama, reconoció la importancia de las Madres  de Plaza de Mayo como un modelo de resistencia civil a la dictadura.
Habló de “las madres de los desaparecidos que  denunciaron la guerra sucia” junto a “los sudafricanos que se levantaron  contra el apartheid hasta los polacos de Solidaridad”. “Fue un golpe al  corazón”, dijo la presidenta Cristina Kirchner.
    
 Por Fernando Cibeira desde Nueva YorkEn el esperado discurso que funciona como apertura de la Asamblea  General de las Naciones Unidas y que es seguido por millones de personas  en todo el mundo, el presidente norteamericano, Barack Obama, elogió a  las Madres de Plaza de Mayo como un ejemplo en la defensa de los  derechos humanos. Exactamente, Obama habló de “las madres de los  desaparecidos que denunciaron la guerra sucia” junto a “los sudafricanos  que se levantaron contra el apartheid hasta los polacos de Solidaridad”  y “los estadounidenses que marcharon por los derechos de todas las  razas, incluyendo la mía”. Según Obama, todas expresiones de cómo se ha  ido transformando la sociedad civil en favor de los valores  democráticos. La presidenta Cristina Kirchner le agradeció la mención  durante el almuerzo que compartieron poco después en la mesa del  secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. “Nosotros recién bajábamos  del avión, fue un golpe al corazón”, explicó la Presidenta cómo había  recibido la frase de Obama. También les envió una felicitación a las  Madres vía Twitter.
En la comitiva argentina coincidían en que la referencia había sido  sorpresiva. Que se tenga memoria, ni antes ni después de ser presidente  Obama había hablado sobre el tema. La lucha de las Madres de Plaza de  Mayo es muy conocida en todo el mundo, también en Estados Unidos, por lo  que, que haya aparecido como ejemplo en esa enumeración, tampoco puede  extrañar. Pero en la comitiva recalcaban que el actual encargado de  Derechos Humanos del Departamento de Estado, Michael Posner, es un viejo  conocedor de la realidad argentina. Incluso, integró la primera  delegación de abogados norteamericanos que visitó el país durante la  dictadura militar. Luego fue defensor del actual canciller Héctor  Timerman, de quien sigue siendo amigo. Calculaban que Posner podría  haber tenido incidencia en la enumeración que apuntó a mostrar un  ejemplo emblemático de los casos que más afectaron los derechos humanos  en las últimas décadas del siglo pasado: los negros sudafricanos contra  la segregación racial, los polacos de Lech Walesa contra el comunismo y  las Madres de Plaza de Mayo contra la dictadura militar.
La Presidenta dio ayer una breve conferencia de prensa para dar  detalles de su actividad en la ONU y, apenas se sentó, lo primero que  dijo fue su alegría por la mención de Obama. “Estamos muy emocionados,  fue una sorpresa”, contó. “Y, además, en el marco en que lo dijo, junto  con la lucha contra el apartheid y los obreros del sindicato  Solidaridad”, remarcó.
Como el año pasado, Cristina Kirchner ocupó un lugar en la mesa de  Ban Ki-moon en el tradicional almuerzo que ofrece luego de los discursos  de apertura. Entre otros, estuvieron allí el emir de Qatar, el jeque  Hamad bin Khalifa Althani, y el rey de Jordania, Abdallah II. Obama  llegó más tarde y saludó uno por uno. Cuando le tocó a Cristina  Kirchner, ella le agradeció la referencia. “Es la pura verdad. Es lo que  siento, por eso lo dije”, le respondió con naturalidad Obama.
La conversación entre ellos siguió un rato, ya en la mesa. El  norteamericano abrió el juego preguntándole por la marcha de la economía  argentina. Como suele hacer en sus discursos, la Presidenta respondió  con números. Hizo referencia a tres ejes: el crecimiento económico en  los últimos doce meses, el cierre de la situación creada a partir del  default de la deuda y el caso de los holdouts y, por último, el nuevo  descenso que marcó el índice de desempleo. Cuando cerró su breve  exposición, Obama le comentó que lo que ella explicaba era lo que él  tenía entendido que ocurría en el país. Fue el último párrafo dedicado a  la Argentina, el resto se lo llevó la situación internacional.
Medio Oriente
Obama recibió elogios en la mesa –también de parte de Cristina  Kirchner– por el planteo que expuso ante la Asamblea General sobre la  situación en Medio Oriente, en donde le pidió a Israel que suspenda la  creación de asentamientos y se pronunció porque en la Asamblea de 2011  haya un Estado palestino como un nuevo miembro. “La creación del Estado  palestino es el nudo gordiano del conflicto”, apuntó la Presidenta.
Poco antes de los discursos y del almuerzo, Cristina Kirchner  mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Turquía, Abdullah  Gul, quien ejerce la presidencia del Consejo Permanente de las Naciones  Unidas. Del encuentro participaron también el canciller Timerman, el  ministro de Economía, Amado Boudou, y el representante argentino en las  Naciones Unidas, Jorge Argüello.
Justamente, uno de los temas importantes del encuentro es la reforma  del Consejo de Seguridad, en donde Turquía y Argentina mantienen la  misma posición dentro del grupo denominado Unión por el Consejo. Ambos  países apuntan a una reforma por la que el organismo sume más miembros  rotativos y por más tiempo, cuestión de emparejar el poder dentro de la  estratégica conducción. “Queremos que sea un organismo que represente al  siglo XXI y no al mundo del año 1945”, sintetizó Timerman.
En este punto, Argentina mantiene una histórica diferencia con  Brasil, que desde que se creó el organismo brega por conseguir un lugar  como miembro permanente junto a los cinco ganadores de la Segunda Guerra  Mundial: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China.
Hoy, la Presidenta está agendada como la primera oradora en la  reapertura de la sesión de la Asamblea, poco después de las 11. Aunque  no quiso adelantar en dónde estará puesto el énfasis, la reforma de los  organismos multilaterales se sabe que está entre sus ítems favoritos. Y  la cuestión se emparienta con el conflicto por Malvinas, donde el Reino  Unido desoye la convocatoria de las Naciones Unidas para reanudar el  diálogo. Es lo que bautizó como “doble estándar”. “Que los integrantes  del Consejo de Seguridad cumplan con las resoluciones de las Naciones  Unidas”, insistió.
También volverá a la cuestión del terrorismo internacional y su  reclamo porque Irán envíe a los sospechosos de participar en el atentado  a la AMIA. Como en 2009, ayer, la delegación argentina se retiró del  recinto antes de que comenzara a hablar el presidente de Irán. Hizo  punta. Luego, cuando Mahmud Ahmadinejad sostuvo que el ataque a las  Torres Gemelas había sido orquestado por el propio Estados Unidos para  ayudar a Israel y distraer la atención sobre la crisis económica, fueron  varias las delegaciones que salieron huyendo.






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