La Politica Online | 20.04.2011 21:39:00Acompañado por Cristina Kirchner y los gobernadores, el ministro de Agricultura presentó en el Luna Park la “Corriente Agraria Nacional y Popular” (CANPO). “Estamos orgullosos de haber puesto límite a los que pretendían restringir nuestra capacidad de producir”, apuntó, en un claro golpe a la mesa de Enlace. Intendentes y legisladores bonaerenses descuentan que será compañero de fórmula de Scioli, pero en la Casa Rosada no lo descartan como vicepresidente.
Julián Domínguez tuvo su día: ante más de 10 mil personas, gobernadores y Cristina Kirchner, presentó en el Luna Park su Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), pensada como contrapeso de la mesa de enlace pero usada como plataforma para el futuro electoral del ministro de Agricultura.
Aunque los afiches que anunciaron el acto tuvieron la frase “Domínguez en la provincia”, el ministro es mencionado en la Casa Rosada como posible compañero de fórmula de la presidenta, cargo para el que también se menciona el ministro de Economía Amado Boudou y Juan Manuel Abal Medina.
El marco nacional que tuvo el acto alentó esa hipótesis. Entre los gobernadores estuvieron Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Uribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa). También llegaron al Luna Park los diputados nacionales Martín Sabbatella, Ariel Basteiro y Agustín Rossi. Demasiado para quien sólo pretende presidir el Senado de la provincia de Buenos Aires.
Entre los que lo mencionan como posible vicepresidente destacan varias características que deberá tener quien resulte elegido: nula proyección nacional –al menos en lo inmediato- y una cintura política con el peronismo que le permita manejar las riendas del Senado nacional.
A esos atributos, Domínguez le agrega el de tener una relación inmejorable con la Iglesia, con una afinidad que no podría igualar otro miembro del Gabinete. Su figura aportaría a la reconciliación del Gobierno con uno de los sectores a los que más se enfrentó Kirchner.
En el Luna Park, el ministro pudo darse un gusto personal: su hija, Florencia, de 20 años, cantó el himno nacional ante la atenta mirada emocionada de su madre y su novio que la recibieron a un costado del escenario.
A esos atributos, Domínguez le agrega el de tener una relación inmejorable con la Iglesia, con una afinidad que no podría igualar otro miembro del Gabinete. Su figura aportaría a la reconciliación del Gobierno con uno de los sectores a los que más se enfrentó Kirchner.
En el Luna Park, el ministro pudo darse un gusto personal: su hija, Florencia, de 20 años, cantó el himno nacional ante la atenta mirada emocionada de su madre y su novio que la recibieron a un costado del escenario.
Luego del himno, una formalidad no siempre presente en los actos kirchneristas, tomó el micrófono “el Chaqueño” Palavecino, con una canción dedicada a la presidenta. Siguió un video que hizo mención a los logros de la presidenta y Néstor Kirchner con duras críticas a la dirigencia rural.
Durante los primeros doce minutos de un discurso leído de ratos, Domínguez le habló a Cristina, con elogios a su gestión y a la de su marido. “Estamos orgullosos del nacimiento de un nuevo capitalismo nacional; estamos orgullosos que este país haya llegado a las 100 millones de toneladas y de tener la mejor generación de técnicos de la historia”, destacó.
Durante los primeros doce minutos de un discurso leído de ratos, Domínguez le habló a Cristina, con elogios a su gestión y a la de su marido. “Estamos orgullosos del nacimiento de un nuevo capitalismo nacional; estamos orgullosos que este país haya llegado a las 100 millones de toneladas y de tener la mejor generación de técnicos de la historia”, destacó.
“Usted señora presidenta es imprescindible para nuestro pueblo y para nuestra patria”, le dijo a Cristina Kirchner. Y cumpliendo con el libreto esperado, disparó a las entidades rurales que integran la mesa de Enlace: “Estamos orgullosos de haber puesto límite a los que pretendían restringir nuestra capacidad de producir”.
Cristina le bajó el tono a las gratificaciones de Domínguez. “No creo que haya hombres o mujeres imprescindibles; creo que hay hombres y mujeres inolvidables. Lo que son imprescindibles para poder vivir y luchar son las ideas y las convicciones”, aclaró.
Cristina le bajó el tono a las gratificaciones de Domínguez. “No creo que haya hombres o mujeres imprescindibles; creo que hay hombres y mujeres inolvidables. Lo que son imprescindibles para poder vivir y luchar son las ideas y las convicciones”, aclaró.
Y recordó los días en que combatió contra el campo por las retenciones móviles “Vivimos uno de los momentos políticos e institucionales más difíciles de los que se tenga memoria en la vida democrática de un país por los poderosos intereses concentrados”.
“No tuvimos que exportar trigo, maíz, leche ni carne. Al contrario, vamos a tener este año la cosecha más importante que supera las 100 millones de toneladas. Estamos orgullosos del esfuerzo de los productores y de la economía”, agregó.
“Queremos un campo para muchos en donde los pequeños y medianos productores puedan asociarse e introducir el cooperativismo como una de las armas más formidables para participar en la rentabilidad”, concluyó la presidenta.
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