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4 sept 2011

Un análisis de la Argentina Real, esta semana en el Council of the Americas

Aníbal Fernández 
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Como ya les comenté en otro post, esta semana participé de la reunión del Consejo de las Américas en el Hotel Alvear. El encuentro se organiza de manera conjunta por el Council of the Americas y la Cámara Argentina de Comercio, integrante del Grupo C-20 (la contraparte empresaria del Grupo G-20). Me gustaría compartir con ustedes uno de los discursos de apertura de la conferencia.

Les recomiendo que le den una mirada y si alguno cree que provienen del seno de nuestro sector político o de algún funcionario del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner... no podría estar más equivocado. Es el discurso del del Presidente de la Cámara Argentina de Comercio, señor Carlos De La Vega...

Señoras y Señores,
En el nombre de la Cámara Argentina de Comercio y en el mío propio, les doy la más cordial bienvenida.
Agradezco al Council of the Americas, y en especial a su presidenta, Susana Segal, la confianza depositada una vez más, en nuestra entidad para la realización conjunta de tan importante evento.
La jornada contará con la participación de muy destacados hombres y mujeres de la política y la economía, quienes realizarán un análisis de la coyuntura, y nos ofrecerán sus perspectivas sobre el futuro de nuestro país.
Es un encuentro realmente plural, con importantes representantes del gobierno nacional y de cuatro candidatos a la presidencia de la República. A todos les agradezco por su acompañamiento.
Hoy el mundo vive nuevamente un contexto económico de incertidumbre, que si bien no tiene la magnitud del que experimentamos un par de años atrás, no deja de generar preocupación tanto en los países desarrollados como en los en vía de desarrollo.
Quisiera destacar que en el ámbito internacional, la Cámara Argentina de Comercio, integrante del Grupo C-20 (la contraparte empresaria del Grupo G-20), ha venido trabajando con sus pares internacionales para contribuir a que se tomen medidas que permitan contrarrestar la presente crisis internacional.
En el último comunicado del C-20, se destacó la necesidad de estimular el crecimiento y disminuir las asimetrías socioeconómicas en los países en vías de desarrollo, entendiendo que, al beneficiar el comercio mundial, se promueve un contexto favorable para todos los socios comerciales.
Las Cámaras de Comercio entienden que existen estructuras de cooperación que ayudarían a paliar los efectos de la inestabilidad mundial, los movimientos de capitales y la volatilidad en los precios de las materias primas.
El C-20 también destacó la necesidad de desarrollo y regulación del sistema financiero y del mercado de capitales para garantizar el acceso a los canales de financiamiento tan necesarios para la inversión. De la misma manera, que se torna cada vez más imperiosa la necesidad de fortalecer la dimensión social y humana de la globalización, a fin de que todos los habitantes del planeta puedan sacar provecho de este proceso en constante avance.
En los últimos años nuestro país ha vivido un extraordinario período de crecimiento económico que permitió dejar atrás las penurias sufridas a comienzos de siglo.
Desde 2003 el producto Bruto Interno se ha expandido ininterrumpidamente a una tasa promedio anual cercana al 8%, con un acumulado aproximado de 79% en promedio –con una expansión mayor del sector comercio del 106 %.
Sólo en 2010, el PBI Argentino creció un 9,2% - donde el sector comercio y servicios realizó un aporte a esta positiva dinámica, generando el 60% del crecimiento del valor agregado.
Por otra parte, el empleo privado registrado creció un 70% desde 3002, a una tasa promedio anual de 7,2% -llegando a más de 6 millones de empleados a finales del año pasado. Esto permitió una fuerte caída de la tasa de desempleo, desde más de 20% a comienzos de 2003 hasta el 7,7% que promedió durante 2010.
Vale la pena destacar el aporte del sector comercio durante este período, con un crecimiento acumulado del empleo registrado de 88,88% -a una tasa promedio anual de 8,3%, llegando a emplear a 1.095.910 personas –según datos del cuarto trimestre de 2010.
En cuanto a las exportaciones medidas en dólares, las mismas avanzaron un 166%, donde el 58% corresponde por mejores precios y el 68% a un aumento de volumen. Esto fue fruto de una creciente colocación de nuestros productos en países socios del Mercosur y en otras economías emergentes.
Muy notorio fue el crecimiento de nuestras ventas hacia Brasil, que pasaron de 4800 millones de dólares en 2002 a más de 14.400 millones de dólares en el último año –lo que implicó una expansión de casi 200%. Estas ventas estuvieron impulsadas por las manufacturas de origen industrial, que explican el 69% de las ventas de nuestro vecino.
También fue importante el avance de nuestras exportaciones hacia China, que pasaron a algo más de 1.000 millones de dólares en 2002 a 5.858 millones de dólares en 2010, lo que representó una expansión de más de 430%.
Cabe destacar la creciente importancia de los servicios en nuestras exportaciones, las que representan 13.100 millones de dólares, es decir, el 15,5% del total.
Todo esto se dio en un marco de solvencia financiera y una importante reducción del tamaño de la deuda pública en relación al PBI. Asimismo, se produjo una notoria mejoría en la distribución del ingreso, y en los salarios reales de los trabajadores –con índices que en los últimos años han estado por encima de la inflación.
El buen desempeño económico de la Argentina continúa en el presente: en el primer trimestre de 2011 el producto se expandió interanualmente un 9,9%, la tasa de desocupación fue de apenas un 7,4%. Asimismo, distintos indicadores sectoriales, como las ventas en supermercados y en centros de compras o el patentamiento de vehículos, también muestran que la economía atraviesa un período de fuerte expansión. La deuda pública bruta se ha ubicado por debajo del 50% del PBI.
Es decir, Argentina ha logrado altas tasas de crecimiento, reducido su clásica vulnerabilidad a los vaivanes de la economía internacional, esto último gracias a su política de desendeudamiento externo y al desarrollo del mercado interno, con una notable expansión del consumo.
Todo esto ubica al país en una posición relativamente holgada e comparación con buena parte de las naciones desarrolladas, que actualmente viven un clima económico de incertidumbre.
Estoy convencido que la situación de nuestra economía nos posibilitará superar los desafíos que la actual coyuntura financiera internacional nos impone y aprovechar plenamente las oportunidades que el mundo nos ofrece –como la sostenida demanda por nuestros productos en los mercados externos.
Creo también que en esta nueva etapa será necesario dar un mayor impulso a la inversión privada, que aunque ha crecido en los últimos años, aún parece insuficiente para sostener el actual ritmo de expansión en el largo plazo. Para ello será importante la colaboración entre los sectores público y privado, con el fin de promover las mejores condiciones, financiación y tratamiento tributario adecuado.
Asimismo, esta nueva etapa requerirá de un esfuerzo importante en materia de competitividad –que ya no puede depender sólo del tipo de cambio. Es necesario, por un lado, continuar mejorando la infraestructura de nuestro país, que posibilite reducir los costos de transporte y así hacer más competitivas nuestras exportaciones. Por otro lado, debemos continuar incorporando nuevas tecnologías que deriven en una mejora de nuestra productividad.
A pocas semanas de los comicios del 23 de octubre, esperamos que el proceso electoral se lleve a cabo en un clima de paz social, como el experimentado días atrás –siendo un nuevo ejemplo de la madurez democrática alcanzada por nuestra sociedad.
Es el momento para consolidar en el tiempo las bases del crecimiento sostenido de nuestro país y esto requiere un compromiso por parte de todos y una visión de mediano plazo –que nos permita levantar la mirada día a día.
Debemos prepararnos para que nuestro desarrollo futuro no pueda ser afectado por eventuales modificaciones de los precios internacionales, sino que se mantenga como consecuencia de nuestro propio esfuerzo, cuidando la productividad, alentando la innovación y la eficiencia.
Desde el sector privado, el empresario debe aportar inversiones, creatividad y trabajo, mientras que desde el sector público, el estado debe facilitar emprendimientos a través de un marco regulatorio apto y estable para el desarrollo de nuestras empresas y el crecimiento de las ya consolidadas.
No nos cansamos tampoco de reiterar que debemos progresar en el diálogo entre los sectores de la economía. Los viejos desencuentros entre agro e industria, producción y servicios, apertura y proteccionismo, capital e interior, deben dar lugar a un crecimiento sostenido de todos: regiones y sectores, campo, industria, comercio, servicios, construcción, de manera integrada y complementaria.
Si bien es inevitable que en un proceso de fuerte crecimiento surjan conflictos de intereses entre distintos sectores de la sociedad; autoridades, empresarios, sindicalistas, intelectuales y demás líderes sociales debemos abocarnos a la constante búsqueda de acuerdos que posibiliten que las naturales diferencias se resuelvan de una manera justa y mutuamente beneficiosa para la sociedad en su conjunto.
Esta jornada se propone ser un ámbito de reflexión sobre los logros alcanzados; un espacio para que los distintos sectores nos encontremos y podamos dialogar; una ocasión para pensar los desafíos del futuro y el mejor modo de enfrentarlos. En definitiva, una oportunidad para trabajar por el país mejor que todos anhelamos.
Muchas gracias.

Carlos De La Vega, Presidente de la Cámara Argentina de Comercio


http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/

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