“Hay diferencias que potencian el todo”
Al referirse a la relación con Scioli, Mariotto sostuvo que “es una relación que tiene una gran responsabilidad institucional. Con Daniel tenemos diferencias de estilo, es cierto, que son producto de nuestras formaciones y orígenes, pero son muchas más las coincidencias que los matices o los desacuerdos. Lo que sucede es que la mirada mediática no está acostumbrada a abordar esas diferencias como aportes a un mismo continente político y pretende verlas como irreconciliables. Más que distanciarnos, como intentan predicar algunos titulares de diarios, son diferencias que potencian el todo”.
En el mismo sentido, Mariotto afirmó que los “roles” de cada uno está definido por la Constitución: “el gobernador es quien conduce y el vicegobernador preside el Senado. Desde nuestro lugar, aportamos al Ejecutivo reflexión en distintas cuestiones que abordamos desde la construcción política, la militancia y la responsabilidad institucional”.
Al ser consultado sobre la versiones periodísticas de las últimas semanas que hablaban de “acuerdo de no agresión o armisticio” con el gobernador después de la apertura de sesiones, el presidente del Senado bonaerense aseguró que “ni pacto, ni armisticio, ni acuerdo ni nada. Es una relación lógica, natural, que se va desarrollando permanentemente a partir del vínculo institucional que mantenemos, del cual no participan los medios. Tenemos reuniones habituales en las que trabajamos y reflexionamos mucho en conjunto, aunque los medios no se enteren o no se publique nada de eso”.
Sobre los supuestos “roces” en la asunción de la fórmula en diciembre pasado, Mariotto explicó que “en el acto de asunción hubo una actuación de la policía que fue muy cuestionada, tanto por el gobernador como por el vice. Porque la policía no tenía nada que hacer en el Senado. Nos arruinaron nuestra asunción, producto de una represión absurda. Por eso la apertura de sesiones se hizo sin uniformados, ni adentro ni afuera. Y fue una fiesta”.
“Así que de comisario político, nada”, le retruco el periodista Néstor Leone de la revista Denate, a lo que el vicegobernador respondió: “Jamás. De comisario, ni en Poliladron…”.
Sobre la idea que impusieron sectores de la prensa al asegurar que su designación fue “impuesta” por Cristina, Mariotto sostuvo que “aquí no hay ninguna imposición ni nada que se le parezaca. Lo mismo dijeron cuando Alberto Balestrini fue electo vicegobernador. Que era el delegado del Ejecutivo Nacional, que esto, que lo otro… Y Alberto fue un gran vicegobernador. Son argumentos muy repetidos y falsos”. Se refirió al intento de cooptación del gobernador por parte de la oposición, y aseguró que “se equivocan. Daniel fue vicepresidente de Néstor y es un gran gobernador de Cristina. No se dan cuenta de que el gobernador es un hombre del proyecto nacional. Nosotros aportamos lo nuestro, sin ninguna intención de comprometer la gobernabilidad ni de tener posicionamientos personales. Aportamos una estética y un concepto que, en el marco del proyecto nacional, sirven para la reflexión”.
Seguridad
Sobre la cuestión de seguridad, el vicegobernador explicó que “en temas de seguridad reflexionamos mucho con Daniel, para optimizar la política del área en la provincia. Y producto de esa reflexión y de esos aportes, que completan la mirada institucional sobre la provincia, el gobernador toma las medidas que cree convenientes. Muchos de los aportes que hicimos fueron considerados, y nos sentimos muy cómodos pudiendo dar cuenta de eso”.
Ante la insistencia del periodista en preguntarle sobre las diferencias en esta materia con Scioli y sobre las versiones que hablan de que Mariotto quiere “imponer” la política de seguridad, dijo que esas versiones se dan “porque no conocen al gobernador. Aquí nadie impone nada a nadie. Aquí reflexionamos. Y lo hacemos con honestidad intelectual, cada uno desde su punto de vista, que se enmarca en el proyecto nacional. Hemos intervenido en algunos aspectos concretos del tema seguridad y el gobernador nos ha escuchado. Por ejemplo, estamos muy satisfechos con la decisión que tomó con los cambios de los jefes de las departamentales en Florencio Varela y en San Martín; o en el envío, desde el Ejecutivo, del proyecto para crear una policía judicial o para separar el ministerio público fiscal y la defensoría”.
“Nosotros tenemos un paradigma: las políticas de seguridad del gobierno nacional. La provincia de Buenos Aires va asimilando y asumiendo esa dirección. Hay que construir muchísimo desde la inclusión y desde la ruptura de connivencias. Aquí se necesita romper la connivencia de la policía con el delito. El peor escenario se da cuando la fuerza de seguridad es cómplice del delito. Y, a su vez, romper la de la justicia y la política con la policía y el delito. En eso estamos marcando el acento. Y lo hacemos desde el Ejecutivo, aportándole al gobernador herramientas y reflexión; y el gobernador decide con una impronta que nosotros valoramos”, continuó Mariotto.
Al ser consultado sobre las diferencias, incluso dentro del kirchnerismo sobre la mayor autonomía que Scioli ha dado a la policía bonaerense en su anterior gestión, el vicegobernador argumenta que “el problema es la vieja cultura política que prohijó a la llamada “mejor policía del mundo”. Hay que desentrañar ese rollo y, para ello, es necesario pasar por distintas etapas, a veces con pruebas de ensayo y error. Sobre esas acciones podemos sacar conclusiones y asumir nuevos destinos. Pero está claro que no se trata de autonomía ni de rigor. Se trata de tener una conducción policial enmarcada en este proyecto de país, donde no se tolere ningún tipo de connivencia. Tenemos que estar atentos a todas las construcciones político-institucionales, en todos los rincones de la provincia. Hay comisarías que no cambiaron su personal en más de quince años y creemos que eso no es beneficioso. Existen muy buenos policías y hombres con responsabilidad institucional. En ellos nos estamos apoyando para hacer esta transformación”.
Al responder sobre las diferencias entre el ministro de seguridad bonaerense, Ricardo Casal y la gestión desarrollada en Nación por la ministra Nilda Garré, Mariotto aseguró que “las políticas de seguridad de la ministra Garré son una referencia para la provincia de Buenos Aires. Las políticas de seguridad de la provincia, como todas las políticas, se están acercando a esa dinámica. Y cada vez van a estar más cerca.
Conflicto gremial
Sobre las negociaciones paritarias abiertas y los paros docentes y estatales de las últimas semanas, Mariotto se mostró optimista al asegurar que “confío en que va a primar la racionalidad. No se puede obviar el contexto en el que se desarrollan las negociaciones. La educación fue reconocida con una inversión inédita en la historia argentina. Y esa inversión genera condiciones objetivas para que la educación haya dado un salto cualitativo y sea parte de un cambio de paradigma, con notebooks, con universidades públicas que están absolutamente potenciadas y jerarquizadas, con docentes con mucha participación… Los gremios parecen anclados en una lógica del pasado. Ninguno asume la responsabilidad de cerrar primero. Por derecha o por izquierda, se van corriendo unos a otros con cifras que, supuestamente, son beneficiosas para sus afiliados, pero que conspiran contra la racionalidad del sistema.”
MAriotto desestimó la posibilidad de que el conflicto se extienda a otras actividades al considerar que “no creo que haya sustento en la sociedad para generar este tipo de manifestaciones. Es al revés. La sociedad argentina transita por otro carril, de armonía, de crecimiento. Recordemos que ésta es una patria que venía del 25 por ciento de desocupación. Hoy está con menos de siete. Es una situación que nos da la posibilidad de ordenarnos casi de una manera bíblica: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de ocio. En una sociedad que ha recuperado el trabajo, no se puede intentar reproducir el clima que conocimos en la Argentina de la tragedia y la desesperanza”.
En este marco, al referirse a la disputa sindical en la CGT y en la CTA, el vicegobernador advirtió que “cuando el reclamo es producto de un posicionamiento interno, la sociedad lo advierte. Quien cometa ese error va a tener una condena social muy grande”.
Sobre el distanciamiento de Hugo Moyano del Gobierno Nacional, Mariotto explicó que “la Argentina de 2003 era el país del desastre social, de la desocupación. En ese contexto, los gremios de servicios tenían un rol central. Pero la Argentina de hoy es otra, recuperó la producción. Cuando la Presidenta habla en las barriadas y en los foros internacionales de agregar valor a la producción primaria para seguir sosteniendo el crecimiento de la patria, está certificando el rumbo de una Argentina distinta. En 2003, la UOM tenía 63 afiliados; hoy tiene más de 250 mil. Es ese crecimiento de la matriz productiva el que produce tensiones en el movimiento obrero”. Y agregó: “existe una suerte de posicionamiento personal en defensa de un statu quo que ya es imposible de sostener, porque la matriz productiva de la patria es otra. Ya no es la de la tragedia”.
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