ENTREVISTAS
"La ‘vendetta’ de Kirchner contra el ejército seguirá mientras persista el Unicato”
Se considera a sí mismo un preso político, aunque las autoridades argentinas no le confieren ese título y le desprecian abiertamente, tal como hizo la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner cuando ofreció la primera entrevista a esta revista. Ahora, desde la cárcel, sigue defendiendo la legitimidad de sus acciones en el periodo que algunos denominan como la dictadura más cruel e implacable de la historia argentina y otros como el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).
Ha habido una gran polémica el año pasado con sus declaraciones. ¿A qué se debe?
Con motivo de los documentos escritos por mí y otros hechos públicos, en oportunidad del juicio a las Juntas Militares, decidí llamarme a silencio porque creía que en ese tiempo era la actitud más correcta y conveniente.
Transcurrido el tiempo y ante el estado de anomia política que padece la sociedad argentina, provocada por el propio Gobierno, pensé que por las mismas razones de correcta y conveniente, resultaba oportuna la ruptura de
mi silencio en las actuales circunstancias.
Ese cambio de actitud, como era de esperar, abrió una polémica, animada por la publicación de un libro titulado
Disposición final, del cual es autor Ceferino Reato, en el que tuve participación sobre temas de actualidad y también del pasado.¿Por qué la izquierda y otros sectores siguen utilizando el asunto de los desaparecidos para atacar a los militares? ¿qué puede decirnos de este asunto?
En efecto, el tema de los derechos humanos ha perdido relevancia en cuanto se descubrió que, más allá de lo que moralmente significan, fueron usados como arma de presión política que encubre una maraña de negociados
(por ejemplo, el Plan de Viviendas del que resultó exclusivamente beneficiada la Asociación de Madres de Plaza
de Mayo). Sin perjuicio de ello, puede también haber contribuido el “ blanqueo” a que personalmente hice mención en el libro titulado Disposición Final.¿Qué papel tuvieron los Kirchner durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional? ¿eran tan “heroicos combatientes”?
La pareja Kirchner, estudiantes de la Universidad de la Plata y novios en ese entonces, no pasaba de participar en los movimientos de agitación estudiantil de aquella época y ninguno de los dos concretó hechos de violencia.
En la entrevista anterior que tuve para Cambio16 con usted, Ricardo Angoso, yo los llamaba “simples panfleteros”, lo que a mi juicio, generó en ellos un complejo del que buscaron desprenderse cuando fueron gobierno, alentando la guerra por medios no violentos, tal como propone Gramsci.¿Qué errores, en grandes líneas, reconoce del Proceso de Reorganización Nacional?
A mi juicio, el más grave fue el no darle otra razón de ser que justificara su existencia, luego de haber logrado –a mediados de 1978– su objetivo primario, cual era poner orden frente a la anarquía con que amenazaba el vacío
de poder generado por el Gobierno de la presidenta María Estela Martínez Perón, después del fallecimiento
de su marido. En mi opinión era ese el momento para una apertura política ordenada.
El resto de la entrevista puede ser consutada en la edición
impresa de Cambio16 y en la Edición Web de la revista en pdf.
Transcurrido el tiempo y ante el estado de anomia política que padece la sociedad argentina, provocada por el propio Gobierno, pensé que por las mismas razones de correcta y conveniente, resultaba oportuna la ruptura de
mi silencio en las actuales circunstancias.
Ese cambio de actitud, como era de esperar, abrió una polémica, animada por la publicación de un libro titulado
Disposición final, del cual es autor Ceferino Reato, en el que tuve participación sobre temas de actualidad y también del pasado.¿Por qué la izquierda y otros sectores siguen utilizando el asunto de los desaparecidos para atacar a los militares? ¿qué puede decirnos de este asunto?
En efecto, el tema de los derechos humanos ha perdido relevancia en cuanto se descubrió que, más allá de lo que moralmente significan, fueron usados como arma de presión política que encubre una maraña de negociados
(por ejemplo, el Plan de Viviendas del que resultó exclusivamente beneficiada la Asociación de Madres de Plaza
de Mayo). Sin perjuicio de ello, puede también haber contribuido el “ blanqueo” a que personalmente hice mención en el libro titulado Disposición Final.¿Qué papel tuvieron los Kirchner durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional? ¿eran tan “heroicos combatientes”?
La pareja Kirchner, estudiantes de la Universidad de la Plata y novios en ese entonces, no pasaba de participar en los movimientos de agitación estudiantil de aquella época y ninguno de los dos concretó hechos de violencia.
En la entrevista anterior que tuve para Cambio16 con usted, Ricardo Angoso, yo los llamaba “simples panfleteros”, lo que a mi juicio, generó en ellos un complejo del que buscaron desprenderse cuando fueron gobierno, alentando la guerra por medios no violentos, tal como propone Gramsci.¿Qué errores, en grandes líneas, reconoce del Proceso de Reorganización Nacional?
A mi juicio, el más grave fue el no darle otra razón de ser que justificara su existencia, luego de haber logrado –a mediados de 1978– su objetivo primario, cual era poner orden frente a la anarquía con que amenazaba el vacío
de poder generado por el Gobierno de la presidenta María Estela Martínez Perón, después del fallecimiento
de su marido. En mi opinión era ese el momento para una apertura política ordenada.
El resto de la entrevista puede ser consutada en la edición
impresa de Cambio16 y en la Edición Web de la revista en pdf.
MIRTA PRAINO - 11 6273 2340 http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/
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