Durante los tres gobiernos kirchneristas, se elaboraron doce proyectos de Presupuesto. Siete ministros se encargaron de presentarlos y, entre otras, hubo una constante: al principio, la subestimación del crecimiento; después, su sobreestimación.
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2004
El primer presupuesto elaborado por el kirchnerismo correspondió al entonces ministro Roberto Lavagna. En esa oportunidad se calculó una pauta del cuatro por ciento, que el entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández admitió como “muy cuidadosa, muy conservadora”, lo que se interpretó como una señal de responsabilidad.
La pauta inflacionaria era del 10,5 por ciento y se anticipaba un fuerte aumento del gasto social, con 2.472 millones de pesos para el Plan Jefes y Jefas de Hogar desocupados. Totalmente en línea con el acuerdo firmado con el FMI. El texto que llevó el jefe del Palacio de Hacienda confirmaba el aumento de 1.000 millones de pesos en las partidas del Ministerio de Planificación, de 610 millones en las de Educación y de 1.600 en Trabajo, así como el recorte de 755 millones en los pagos de intereses de la deuda pública.
“Hay una suba de recursos moderada y una expansión del gasto reducida”, dijo Lavagna en la presentación, y agregó que los ingresos del sector público consolidado no estarían más allá de los 107 mil millones de pesos previstos, porque el Gobierno cree que “no es el momento de subir impuestos”. De todos modos, los gastos previstos por 95 mil millones permitirán a Economía cumplir con la pauta de superávit primario comprometida con el Fondo Monetario -antes del pago de intereses de la deuda- del 3 por ciento del PBI (12 mil millones), mientras que el superávit fiscal total rondará los 3.700 millones.
“Los superávit están logrados en base a una suba del gasto nominal por debajo de niveles de inflación, y no de una mayor presión fiscal”, insistió Lavagna, flanqueado por el secretario de Hacienda, Carlos Mosse, y el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el jujeño Carlos Snopek.
El jefe del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, consideraba “razonable” el texto oficial, y anticipaba que la UCR acompañaría el tratamiento, porque nunca ha dejado sin presupuesto a ningún gobierno”. Las únicas objeciones tenían que ver con la pauta de inflación, pues advertían que una suba de precios de esa magnitud indicaba que el Gobierno ya se decidió a autorizar aumentos tarifarios en servicios públicos.
Las prioridades marcadas eran tres, según detalló el ministro: gasto social, economías regionales y ciencia y tecnología. Respecto del primero, el ministro resaltó que sus partidas crecerían unos 572 millones de pesos en 2004, lo que se sumaba a los 1.900 millones que se volcaron en 2003 al Plan Jefas y Jefes de Hogar.
En tanto, habría unos mil millones de pesos más para la normalización de las economías regionales, básicamente a través de la obra pública, y 331 millones de pesos adicionales para Ciencia y Técnica, en comparación con la ejecución del Presupuesto actual.
Por el lado de los ingresos, el grueso venía del IVA, que aportaría 22.500 millones de pesos; de Ganancias, que sumará casi 16 mil millones; y de las retenciones a la exportación, que junto a otros tributos sobre el comercio exterior añadirán 11.500 millones más.
Diputados lo aprobó el 14 de noviembre, con el apoyo del oficialismo, junto a la Unión Cívica Radical y partidos provinciales, mientras que los representantes del ARI y partidos de izquierda se opusieron, sobre un total de 202 legisladores presentes.
El Senado lo convirtió en ley el 27 de noviembre, en una votación que respetó el texto enviado por Diputados.
2005
El segundo proyecto de Presupuesto contemplaba un crecimiento de la economía del cuatro por ciento, para sumar 476.360 millones de pesos; un aumento del 46,7 por ciento de las partidas destinadas a obras de infraestructura y del 10,4 para salud, educación, cultura y asistencia social y mayores pagos de la deuda.
“Consideramos a este proyecto de Presupuesto como el de la consolidación de la recuperación económica”, que sigue de la crisis del 2002, aseveraba el ministro de Economía, Roberto Lavagna, al presentar la iniciativa en la Cámara de Diputados. El nivel del superávit fiscal estimado era del 3,2 por ciento.
En su visita al Congreso, Lavagna anunciaba la decisión del Gobierno de desestimar la posibilidad de reducir la alícuota del IVA para una serie de productos de la canasta básica atento a que sectores empresarios habían anticipado que ello no tendría efectos de rebaja en los precios.
El proyecto estimaba un dólar promedio de 3,05 por ciento y un incremento promedio de los precios del 7,9 por ciento. “Este es un tipo de cambio razonable y adecuado con lo que viene pasando con la productividad, y en relación a los socios comerciales del país”, dijo Lavagna ante los legisladores que aplaudieron luego de su exposición.
El proyecto destacaba que los recursos totales para el año próximo ascenderán a 115.179,2 millones de pesos equivalente al 24,2 por ciento del PBI, mientras que los gastos totales sumarán a 110.210,2 millones, 23,1 por ciento del PBI. La Administración Nacional requeriría el año próximo de 2.396,4 millones (un 27,7 por ciento más que el corriente año) de los cuales el Ministerio de Planificación concentrará el 75 por ciento.
Los pagos de la deuda, tanto interna como externa, aumentaban un 42,9 por ciento para sumar 9.559,4 millones de pesos.
Casi sin contratiempos la Cámara de Diputados aprobó el proyecto oficial el 5 de noviembre junto con la delegación de facultades especiales para el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que desató duros debates en el Cuerpo y fue resistido incluso dentro del propio bloque del PJ. La “ley de leyes” fue votada favorablemente por 146 legisladores, pero cuando era necesario obtener el apoyo para los superpoderes, sólo contó con respaldo de 118 diputados, igualmente suficientes para garantizar su aprobación, tal como lo había solicitado el presidente Néstor Kirchner.
El Senado lo convirtió en ley diez el 24 de noviembre, con los votos del justicialismo y el apoyo de “transversales” y de representantes de algunos partidos provinciales. Fueron 41 votos afirmativos contra 25 negativos, provenientes en su mayoría del radicalismo.
2006
El proyecto de Presupuesto de 2006 preveía nuevamente un crecimiento de la economía del cuatro por ciento, una inflación minorista del 8,6 por ciento, un dólar a 2,97 pesos y aumento del 27 por ciento en los fondos destinados a la educación. El Presupuesto disponía de 93.702.411.314 pesos para los gastos de la administración nacional y concedía facultades distributivas al jefe de Gabinete.
La norma contemplaba un crecimiento de las exportaciones del 4,2 por ciento, y en materia de importaciones, proyectaba una suba del 10,2 por ciento, con compras del exterior por 31.500 millones de dólares, por lo que el saldo de la balanza comercial que proyecta el Gobierno para el año próximo es de 9.762 millones de dólares.
El superávit primario para la administración nacional previsto era del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) frente al 3,22 por ciento previsto para este año.
El superávit consolidado para el 2006, es decir, incluyendo a las provincias llegará el próximo año al 3,26 por ciento del PBI, una cifra menor al 3,49 por ciento, presupuestado por este año.
El superávit comercial que preveía el Gobierno era de 9.762 millones de dólares frente a los 10.704 millones previstos para el 2005. El tipo de cambio promedio proyectado para 2006 es de 2,97 pesos por dólar, del 3,03 para 2007 y del y 3,12 para 2008.
Producto de la división entre duhaldistas y kirchneristas, el diputado José María Díaz Bancalari anticipaba que su sector intentaría “poner límites” al Ejecutivo.
En el momento de la presentación, Lavagna realizó una cerrada defensa de la política económica y cuestionó a quienes atacaban las proyecciones oficiales para 2006, como el del crecimiento del 4 por ciento en el PBI. “Es una idea falsa aquella que dice que el Gobierno hace proyecciones inferiores de crecimiento para tener un mayor manejo del Presupuesto”, aclaró el ministro en ese ámbito.
La Cámara de Diputados aprobó el proyecto el 16 de diciembre, tras doce horas de debate, con 162 votos a favor y solo 53 en contra del radicalismo, el ARI y los partidos provinciales.
Seis horas le demandó a la Cámara alta convertirlo en ley, el 23 de diciembre, por 39 votos a favor del bloque del PJ y 13 en contra, de la bancada radical, y del Interbloque Federal de partidos provinciales.
2007
Fue el primer y único proyecto que elaboró y presentó Felisa Miceli, el cual preveía un crecimiento del cuatro por ciento -aún cuando estimaciones privadas proyectan un alza no inferior al seis por ciento-, una variación de precios de entre el 7 y el 11% y un incremento de haberes jubilatorios del 13% a partir del 1 de enero.
“Esos son los pilares del modelo económico vigente, que es un modelo productivo con equidad”, afirmaba Miceli ante los diputados. La iniciativa estimaba el aumento del consumo (3,3 por ciento), de las exportaciones (7,8 por ciento) y las importaciones (10,7 por ciento) y de las inversiones (7,2 por ciento). Además, calculaba un “comportamiento levemente creciente del tipo de cambio nominal” que estaría entre 3,13 y 3,15 pesos por dólar.
Los recursos o ingresos proyectados para todo el sector público alcanzaban a los 140.300 millones de pesos que corresponde a un 20,21 por ciento del PBI que se proyectaba en 697.195 millones a precios corrientes. Según la iniciativa, los gastos totales ascenderían a 133.181,9 millones de pesos a precios corrientes que corresponde a un 19,9 por ciento del Producto.
El 24 de noviembre diputados le dio media sanción en su segundo día de tratamiento, con 143 votos a favor, 77 en contra y 6 abstenciones.
El Senado lo aprobó el 13 de diciembre, por 41 votos a favor y 21 en contra, entre estos los senadores del radicalismo, el socialismo, el bussismo, el Partido Renovador de Salta, el Justicialismo de San Luis y el Frente Cívico de Catamarca.
2008
El siguiente presupuesto le correspondió a Miguel Peirano presentarlo. La iniciativa preveía un superávit fiscal del 3,15 por ciento sobre el Producto Bruto y un dólar a 3,20 pesos en los niveles actuales. La iniciativa oficial contemplaba además una inflación promedio del 7,7 por ciento anual.
El proyecto incluía el mantenimiento tanto del superávit fiscal, que rondaría los 27.000 millones de pesos, y del superávit comercial, que oscilaría en los 10.000 millones de dólares. Presentaba también metas de superávit primario del Sector Público Nacional que expresadas en términos de PIB eran de 3,15 por ciento para el 2008.
Los recursos totales de la Administración Nacional para 2008 se estimaban en 169.462,8 millones de pesos, con un crecimiento del 17,3 por ciento, al tiempo que los gastos totales ascendían a 161.486,5 millones con una suba del 15,9 respecto a 2007.
“La presentación de este proyecto de presupuesto y la finalización de esta etapa de Gobierno permite analizar las consecuencias favorables de esta lógica económica”, afirmó Peirano frente a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja.
La Cámara baja aprobó en general y particular la ley de leyes por 123 a 62, el 22 de noviembre. El proyecto fue respaldado por el kirchnerismo, el Peronismo Federal, y otras bancadas minoritarias, mientras que la UCR, el ARI, el Pro y otras fuerzas provinciales se pronunciaron en contra de la iniciativa diseñada por el Gobierno de Néstor Kirchner.
En el Senado fue aprobado el 5 de diciembre, con 37 votos a favor y 13 en contra.
2009
Por tercer año consecutivo, un ministro de Economía distinto se presentó ante los diputados. Fue el turno de Carlos Fernández, quien calificó de “inédito” en la historia financiera argentina el superávit durante “5 o 6 períodos” y destacó el cambio “en la composición de la estructura del gasto del sector público: menos intereses y más gastos de capital”, al presentar en el Congreso el Presupuesto 2009.
Los ejes del proyecto de ley de Presupuesto 2009 contemplaban un crecimiento del 4 por ciento, un dólar a 3,19 y un incremento del índice de precios al consumidor del 8 por ciento. Se estimaba que el consumo se incrementaría en un 4 por ciento, la recaudación en un 5,7 por ciento y precisó que el crecimiento del gasto total de la administración nacional ascenderá a 31.600 millones de pesos.
Los gastos totales ascendían a 233.817,6 millones de pesos, lo cual significaba un incremento del 15,6 por ciento con respecto al año anterior. En tanto, el gasto primario ascenderá a 209.338,2 millones de pesos, un 15,5 por ciento más que en el presente ejercicio, y los gastos corrientes representan el 86,1 por ciento de gastos para el 2009, lo que significa un crecimiento del 13,2 con respecto al ejercicio anterior.
A medianoche del 15 de octubre la Cámara baja aprobaba el proyecto, con 149 positivos y 87 negativos.
En el Senado, el debate demandó ocho horas y media y se saldó con 48 votos a favor y 14 en contra. La ausencia de varios senadores opositores facilitó el tratamiento para la bancada oficialista.
2010
Fue el turno de Amado Boudou, quien como ministro de Economía presentó la iniciativa ante los diputados, destacando la buena performance del consumo interno y el empleo durante 2009, a pesar de la crisis internacional. “El consumo interno fue una variable que pudo mantenerse bien durante 2009 y el empleo también fue una variable que pudo mantenerse razonablemente bien este año, cuando se perdían por millones los puestos de trabajo en el mundo”, destacaba.
El Presupuesto preveía gastos por 273.129,4 millones de pesos, de los cuáles, 60 por ciento serían destinados a servicios sociales. Las proyecciones oficiales calculaban que las exportaciones del año próximo sumarán 65.173 millones de dólares, con un crecimiento real de 8,4 por ciento, y las importaciones ascenderán a 50.995 millones, 7,4 por ciento por encima de las de 2009, lo que dejaría un superávit comercial en torno de 14.000 millones de dólares. Preveía un crecimiento del PBI del 2,5 por ciento, y gastos por 273.129,4 millones de pesos.
El proyecto fue aprobado el 15 de octubre junto con las prórrogas de impuestos, la suspensión de la Ley de Responsabilidad Fiscal y el Presupuesto 2010. A pesar de los fuertes cuestionamientos de la oposición por el tratamiento “exprés”, la ley de leyes fue aprobada por 136 votos a favor, 88 en contra y 6 abstenciones.
Fue convertido en ley la madrugada del 12 de noviembre, al cabo de más de 10 horas de debate en el Senado. Se aprobó en un trámite rápido y expeditivo que contrastó con la longitud que tuvo todo el debate. A las 2 terminó el discurso de Miguel Angel Pichetto y en menos de cinco minutos se había votado todo. La votación del Presupuesto tuvo un resultado 42 a 25 a favor de la norma.
2011
Por primera vez después de muchos años, se repitió la cara del ministro de Economía encargado de presentar la norma ante el Congreso. El equipo de Amado Boudou había elaborado una iniciativa que contemplaba un crecimiento del 4,3 por ciento, una inflación del 8,9 por ciento y un dólar a 4,10 pesos. Un artículo también planteaba un nuevo fondo de desendeudamiento, esta vez de 7.504 millones de dólares.
El funcionario aseguró que “en 2002, sólo se transfería el dos por ciento del PBI –Producto Bruto Interno- a la educación, en 2011 será más del 6 por ciento, estos números indican hacia dónde van las políticas públicas de este gobierno”. Además resaltaba que el programa de entrega de notebooks “Conectar Igualdad” era “revolucionario”.
Boudou planteó que hubo, desde 2005, un proceso de canje de deuda externa que tuvo una aceptación del 92 por ciento, y que el superávit esperado para 2011 es de 12.000 millones de dólares. El ministro de Economía explicó detalladamente el proceso de pago de deudas con reservas realizado este año y manifestó que la iniciativa presentada en el Congreso “tiene un artículo que plantea un nuevo fondo de desendeudamiento” de 7.504 millones de dólares. Al término de su discurso, Boudou señaló que “por primera vez en la historia vamos a tener ocho años con economía en crecimiento, pero necesitamos instrumentos, que son los que detallamos en este proyecto de Presupuesto”.
Pese a todas las bondades expuestas por el ministro, ese proyecto finalmente no fue aprobado, por cuanto el kirchnerismo se resistió a introducirle las modificaciones que la oposición auspiciaba. El proyecto obtuvo dictamen el 3 de noviembre, y ante la evidencia de que por primera vez el oficialismo no contaba con los votos necesarios para la aprobación del Presupuesto, propuso en la Comisión de Presupuesto y Hacienda la conformación de una mesa de trabajo para acordar una propuesta básica. Tanto el presidente de la comisión, Gustavo Marconato, como los diferentes bloques aceptaron la propuesta como instancia previa al tratamiento en el recinto.
Pero pasaron los días y sobre el final de noviembre ya nadie tenía expectativas de que el Presupuesto fuera aprobado, y se dio por seguro que el camino pasaría por el Presupuesto 2010 “reconducido”. El 3 de diciembre se definió el tema, cuando se publicó el decreto convocando a sesiones extraordinarias en la Cámara alta hasta el 31 de diciembre sin que se incluyera ese tema.
2012
Por tercera vez consecutiva Amado Boudou presentó el proyecto de ley de Presupuesto, que contemplaba un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 5,1 por ciento, en tanto que la inflación anual pronosticada era del 9,2 por ciento y se calculaba un dólar a 4,40 pesos como promedio anual.
Por otra parte, se esperaba para el año siguiente un consumo total de 1.562.365 millones de pesos; una inversión total de 460.942 millones de pesos y un saldo favorable de la balanza comercial de 8.579 millones de dólares. A su vez, se preveía un uso de reservas por 5.674 millones de dólares para pagar deuda, se estimaba que la recaudación mejoraría en un 23,2 por ciento; el Gasto Público ascendería a 505.130 millones de pesos y el Gasto Social rondaría los 303.000 millones de pesos.
Con 141 votos a favor y 104 en contra, el pleno de la Cámara baja aprobó el proyecto el 14 de diciembre, tras casi 7 horas de debate. Los votos afirmativos correspondieron al Frente para la Victoria, Nuevo Encuentro, Frente Cívico por Santiago, Movimiento Popular Neuquino, Córdoba Federal y a Unión Peronista.
A diferencia del Presupuesto 2011, el dictamen de mayoría del oficialismo no pudo ser contrarrestado por una oposición dividida que presentó cinco dictámenes por parte del Pro, el FAP, el Frente Peronista, la UCR y la CC-ARI. Los votos “no positivos” al dictamen del Gobierno provinieron de estos bloques más Proyecto Sur.
La iniciativa fue convertida en ley en la Cámara alta el 21 de diciembre, con 44 adhesiones y 26 negativas.
2013
Por primera vez en la era K, el proyecto de Presupuesto llegó a destiempo, aunque el dato fue “maquillado” oficialmente. Para el día 17 de septiembre, si bien en Mesa de Entradas de la Cámara baja aseguraban que el proyecto ya había sido enviado por parte del PEN, otras fuentes oficiales de Diputados aclaraban que formalmente eso no había sucedido.
Finalmente el ministro Hernán Lorenzino lo presentó en la Cámara baja el 20 de septiembre. La iniciativa estimaba para 2013 un crecimiento de la economía del 4,4 por ciento; una inflación anual del 10,8 por ciento; y un dólar oficial a 5,10 pesos.
Las proyecciones del Presupuesto preveían un crecimiento de la economía de 4,4 por ciento y “su impulsor será la demanda agregada”, tanto por el consumo como por la inversión. El proyecto reconocía además que el crecimiento calculado para este año será menor al 5,1 por ciento previsto, rondando el 3,4 por ciento.
“La inversión se expandirá, proyectándola en 7,4 por ciento”, sostuvo Lorenzino, tras destacar que “la tasa de inversión de la economía argentina fue la tercera a nivel mundial” según el Banco Mundial.
Las exportaciones aportarían 92.846 millones de dólares y las importaciones 79.522. Esto haría a un superávit de la balanza comercial estimado en 13.325 millones de dólares. La recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones de la seguridad social estaba prevista en 822.073,5 millones de pesos, por lo cual sería 22.7 por ciento superior a los estimado para 2012.
El proyecto preveía un incremento del gasto destinado a educación, ciencia y tecnología de aproximadamente 8.232,2 millones de pesos; en tanto que en Salud se producía un aumento del 29,6 por ciento respecto de 2012.
El proyecto fue aprobado tras casi 12 horas de debate el 11 de octubre, con 142 votos a favor y 87 rechazos.
El Senado lo convirtió en ley con 42 votos a favor y 23 rechazos el 31 de octubre.
2014
Hernán Lorenzino presentó el 12 de septiembre un proyecto que estimaba un crecimiento anual del 6,2 por ciento, un tipo de cambio nominal a 6,33 y un saldo comercial positivo de 10.124 millones de dólares.
La inflación anual estimada por el Gobierno era de 10,4 por ciento, según se desprende de la síntesis del proyecto de Presupuesto 2014.
La iniciativa proyectaba un aumento del 33,84 por ciento de la recaudación tributaria. De este total, el 27,9 por ciento es en concepto de IVA. El resto de los aportes provenían de las contribuciones a la seguridad social (26,1), Impuesto a las Ganancias (20,8), Comercio Exterior (11), créditos y débitos bancarios y otras operaciones (6,4), combustibles líquidos y gas natural (3,6), impuesto internos (1,8) y otros (2,5). El Ejecutivo estimaba que los recursos corrientes aumentarán un 27,33 por ciento respecto de 2013, mientras que los recursos de capital disminuirían un 22,3.
Los gastos corrientes y de capital previstos en el proyecto de Presupuesto 2014 ascendían a 859.542,7 millones de pesos, es decir, un incremento del 19,2 por ciento respecto a este año.
En lo que fue definido por Federico Pinedo como “uno de los análisis más cortos de la historia de la democracia argentina” para el Presupuesto, el 26 de septiembre el proyecto fue aprobado tras un debate que se extendió por casi 17 horas y fue aprobada por 134 votos del oficialismo y sus bloques aliados; mientras que todo el arco opositor rechazó el proyecto: la UCR, el interbloque FAP, el Pro, el Frente Peronista, el massismo, Compromiso Federal, la CC-ARI y Proyecto Sur alcanzaron 113 votos.
En el Senado fue convertido en ley el 9 de octubre, con 40 votos a favor y 27 en contra.
2015
El proyecto elaborado por Axel Kicillof preveía una inflación de 15,6 por ciento, un tipo de cambio a $9,45 y un crecimiento del 2,8 por ciento.
El superávit fiscal previsto era de 9.197 millones de dólares, la recaudación tributaria un 28,1 por ciento superior a la estimada para el año anterior. Más de la mitad de los gastos de la gestión de Gobierno estarán destinados a servicios sociales: un 58,7 por ciento. El resto se dividía en “servicios económicos” (21,9 por ciento), “administración gubernamental” (6,2 por ciento) y “sevicios de defensa y seguridad” (5,5 por ciento). Pero además, un 7,7 por ciento de los gastos estaba dirigido a solventar la deuda pública.
Al presentar el proyecto, Kicillof pronosticaba una “desaceleración del incremento de precios” y remarcaba la necesidad de recuperar el “autoabastecimiento energético”.
El proyecto obtuvo 133 votos a favor y 112 en contra, tras un extenso y arduo debate en la Cámara baja el 9 de octubre. El proyecto obtuvo 133 votos a favor y 112 en contra de parte de todo el arco opositor.
Al cabo de más de nueve horas de debate, la Cámara alta sancionó el último presupuesto correspondiente a la gestión de Cristina Kirchner el 29 de octubre, con 39 votos positivos y 22 negativos.
MIRTA PRAINO - 11 6273 2340 http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/
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