Lo había prometido Cristina. Ya pasaron 90 días y las monedas siguen faltando. El boleto electrónico se planteaba como una solución pero aún está lejos de implementarse.
En febrero, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en la quinta de Olivos que en un plazo de 90 días se implementaría el boleto electrónico por medio de una tarjeta magnética. El plazo se cumplió y hasta el momento sólo algunas líneas de colectivos implementaron el sistema.
El Sistema Único de Boleto Electrónico buscaba solucionar el problema de la escasez de monedas ya que estipulaba que por medio de una tarjeta similar al monedero del subte, el usuario pudiera viajar por todos los medios públicos de transporte. En colectivos, trenes y subtes el usuario podía pagar el pasaje con la tarjeta, prescindiendo de las monedas.
Las líneas 61 y 62 en la Ciudad de Buenos Aires y las 343 y 333 en el Conurbano, entre otras, utilizan el sistema aunque por iniciativa particular. El presidente de DEUCO (Defensa del Usuario y Consumidor), Pedro Bussetti, explicó a 24CON que lejos de solucionarse "se agraba la situación porque no se cumple con la palabra oficial, el problema de la falta de monedas no cambió desde hace dos años cuando salió a la luz, la gente compra cuaquier producto para conseguir monedas y los bancos no dan cambio".
"Desde DEUCO planteamos la tarjeta como solución o que los bancos entreguen monedas. El Banco Central debería poner a disposicion las monedas pero los bancos privados no las entregan, dan sólo cinco pesos y los lugares de cambio que el Estado puso en Once, Retiro y Constitución no alcanzan, la gente hace colas de más de una hora, y es sólo en Capital. Esos centros deberian estar en las ciudades cabeceras de cada partido porque la mayor cantidad de pasajeros se mueve en el Conurbano", explicó Busetti.
En el Conurbano operan 170 empresas, 340 líneas, más de 1000 ramales y 17.000 vehículos, de las cuales la mayoría ya cuenta en sus máquinas con el sistema para utilizar la tarjeta pero aún no se implementó. Uno de los principales obstáculos es el económico aunque según el presidente de DEUCO la inversión deberá ser por parte de las empresas ya que "las líneas reciben subsidios, entonces deberían costear la implementación del sistema, o directamente el Estado, pero las empresas pueden hacerlo, no es una medida ni descabellada ni nueva, ya se usa en varias ciudades del país".
En el plano de la provincia de Buenos Aires, el diputado Ramiro Taglafierro asegura que el bloque del PRO presentó un proyecto para implementarlo en las línea provinciales siguiendo como modelo a la Ciudad de Mar del Plata que lo implementó hace años. Por su parte, el diputado Manuel Elías del Frente para la Victoria explicó a este medio que no se discutió hasta el momento en el recinto provincial ningún proyecto de este estilo, pero que sería mejor que fuese una disposición del gobierno nacional para que se aplique a todos los transportes
.El Sistema Único de Boleto Electrónico buscaba solucionar el problema de la escasez de monedas ya que estipulaba que por medio de una tarjeta similar al monedero del subte, el usuario pudiera viajar por todos los medios públicos de transporte. En colectivos, trenes y subtes el usuario podía pagar el pasaje con la tarjeta, prescindiendo de las monedas.
Las líneas 61 y 62 en la Ciudad de Buenos Aires y las 343 y 333 en el Conurbano, entre otras, utilizan el sistema aunque por iniciativa particular. El presidente de DEUCO (Defensa del Usuario y Consumidor), Pedro Bussetti, explicó a 24CON que lejos de solucionarse "se agraba la situación porque no se cumple con la palabra oficial, el problema de la falta de monedas no cambió desde hace dos años cuando salió a la luz, la gente compra cuaquier producto para conseguir monedas y los bancos no dan cambio".
"Desde DEUCO planteamos la tarjeta como solución o que los bancos entreguen monedas. El Banco Central debería poner a disposicion las monedas pero los bancos privados no las entregan, dan sólo cinco pesos y los lugares de cambio que el Estado puso en Once, Retiro y Constitución no alcanzan, la gente hace colas de más de una hora, y es sólo en Capital. Esos centros deberian estar en las ciudades cabeceras de cada partido porque la mayor cantidad de pasajeros se mueve en el Conurbano", explicó Busetti.
En el Conurbano operan 170 empresas, 340 líneas, más de 1000 ramales y 17.000 vehículos, de las cuales la mayoría ya cuenta en sus máquinas con el sistema para utilizar la tarjeta pero aún no se implementó. Uno de los principales obstáculos es el económico aunque según el presidente de DEUCO la inversión deberá ser por parte de las empresas ya que "las líneas reciben subsidios, entonces deberían costear la implementación del sistema, o directamente el Estado, pero las empresas pueden hacerlo, no es una medida ni descabellada ni nueva, ya se usa en varias ciudades del país".
En el plano de la provincia de Buenos Aires, el diputado Ramiro Taglafierro asegura que el bloque del PRO presentó un proyecto para implementarlo en las línea provinciales siguiendo como modelo a la Ciudad de Mar del Plata que lo implementó hace años. Por su parte, el diputado Manuel Elías del Frente para la Victoria explicó a este medio que no se discutió hasta el momento en el recinto provincial ningún proyecto de este estilo, pero que sería mejor que fuese una disposición del gobierno nacional para que se aplique a todos los transportes
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