miércoles 25 de noviembre de 2009
Sin nombrar, pero mencionando todo el tiempo al "monopolio", el ex presidente acusó al diario de inventar la realidad y de pretender imponer un modelo económico. En un tono crispado, también acusó a los periodistas "que tratan de mostrarse como intelectuales, pero defienden a la empresa". Kirchner advirtió a Clarín: "No nos asustan las amenazas".
El ex presidente Néstor Kirchner redobló su ataque a la prensa, evitó referirse a una posible candidatura, destacó la gestión de su gobierno y el de su esposa, Cristina Kirchner, aunque aseguró que no está "crispado".
"¿Qué no nos perdonan ahora? Voy a ser sincero, no tengan ninguna duda que la ley de medios audiovisuales fue un tema de estudio durante mi gestión. En varias conversaciones que tuve con responsables del medio (por Clarín), no solo creían que eran el medio más fuerte, sino que querían definir el modelo", dijo el ex presidente.
Según expresó, la decisión de llevar adelante la modificación de la ley de radiodifusión fue "estratégica para la consolidación de la democracia". Y añadió: "Estamos siendo extorsionados de la forma más baja por ese monopolio. Estamos ante un momento ético. Ahora tenemos que llevarla adelante. Es preciso construir la consolidación de la iniciativa política en 2011".
También hizo referencia al trabajo de los periodistas: "Da pena ver que se digan periodistas independientes. Tienen que decir que son muy buenos empleados. Hay gente que optó por hacer la noble profesión de periodista siendo independientes y otros optaron por otros caminos, pero que no nos digan que son periodistas independientes. No estoy crispado, es la palabra del momento. No vamos a hablar de candidaturas. Tenemos una camada que viene con mucha fuerza".
Kirhner aprovechó un auditorio que festejo todas sus palabras para repasar medidas de su gobierno y el de su esposa: "Lo más grave que pasa en esta etapa es lo que no nos perdonan. Entre las cosas que no nos perdonan es haber asumido, después de muchos años y claudicaciones, haber instaurado la política de derechos humanos como un bien inalienable. Como una política de estado. No nos perdonan el atrevimiento de haber bajado un cuadro, era una afrenta que esté el cuadro del general que no quiero nombrar. Las cosas en la Argentina empezaban a cambiar. Fijense que estábamos en 2003 y todavía se lo veneraba.
"No nos perdonan -continuó- trabajar con otros sectores de la sociedad. Las cosas se van haciendo, fueron impulsadas por otros sectores, lo importante es la realización y la concreción. La derogación de la ley obediencia de vida y punto final. No nos perdonan el fin del indulto. No nos perdonan, cada vez que se inician juicios colectivos, siempre aparecen provocaciones y las más fuertes aparecen cuando comienzan ese tipo de juicios."
Según aseguró, los que lo critican tampoco le perdonan "haber devuelto las paritarias a los trabajadores, haber devuelto el trabajo, el combate contra la pobreza y la indigencia".
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