10-12-2009 | 12:57 hs.
Fuente: Prensa Defensoría del Pueblo
La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones de las Naciones Unidas desde 1945, fecha en que los países fundadores de esta Organización, se comprometieron a impedir que se reiteren los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
En 1948, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Asamblea General expresó que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo".
Se trata de un compromiso con la dignidad y la justicia, la no discriminación, la igualdad, la equidad. Hacia todos y en todo lugar. Ha servido de base a la ampliación de la protección que hoy se extiende a personas con discapacidad, pueblos indígenas y trabajadores migratorios, entre otras minorías y grupos humanos.
en 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que declararan el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.
El ejercicio de los Derechos Humanos necesita de dos pilares esenciales: la libertad y la plena igualdad entre todos los seres humanos, sin ningún tipo de limitaciones culturales, económicas, étnicas y sexuales, entre otras. Y este concepto refiere a la dignidad humana, por lo cual es anterior a cualquier otra formulación jurídica o política.
En 60 años la humanidad ha alcanzado sólo algunas de las metas propuestas.
Si bien en nuestro país tenemos aún una enorme agenda pendiente de pobreza y la exclusión, explotación infantil, abuso sexual, trata de personas, violencia familiar, maltratos, entre muchas otras violaciones a los derechos más elementales, debe destacarse con orgullo que Argentina se ha convertido, por historia y voluntad, en un referente mundial en materia de derechos humanos. Ha creado conciencia y memoria colectiva para no repetir los errores y horrores padecidos en el pasado.
Debemos continuar el rumbo, profundizando aún más esta huella, haciendo nuestras las palabras de Kofi Annan –Secretario General de la ONU y Premio Nobel de la Paz en 2001-: “Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos... Son lo mejor de nosotros. Denles vida”.
En 1948, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Asamblea General expresó que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo".
Se trata de un compromiso con la dignidad y la justicia, la no discriminación, la igualdad, la equidad. Hacia todos y en todo lugar. Ha servido de base a la ampliación de la protección que hoy se extiende a personas con discapacidad, pueblos indígenas y trabajadores migratorios, entre otras minorías y grupos humanos.
en 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que declararan el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.
El ejercicio de los Derechos Humanos necesita de dos pilares esenciales: la libertad y la plena igualdad entre todos los seres humanos, sin ningún tipo de limitaciones culturales, económicas, étnicas y sexuales, entre otras. Y este concepto refiere a la dignidad humana, por lo cual es anterior a cualquier otra formulación jurídica o política.
En 60 años la humanidad ha alcanzado sólo algunas de las metas propuestas.
Si bien en nuestro país tenemos aún una enorme agenda pendiente de pobreza y la exclusión, explotación infantil, abuso sexual, trata de personas, violencia familiar, maltratos, entre muchas otras violaciones a los derechos más elementales, debe destacarse con orgullo que Argentina se ha convertido, por historia y voluntad, en un referente mundial en materia de derechos humanos. Ha creado conciencia y memoria colectiva para no repetir los errores y horrores padecidos en el pasado.
Debemos continuar el rumbo, profundizando aún más esta huella, haciendo nuestras las palabras de Kofi Annan –Secretario General de la ONU y Premio Nobel de la Paz en 2001-: “Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos... Son lo mejor de nosotros. Denles vida”.
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