Los portadores reciben entre 200 y 600 pesos. Las mujeres son las que más se desprenden de ellas. Curiosidades: la viuda de un soldado que entregó dos FAL y el que llevó su “material de trabajo” porque su familia se lo pidió. Hace pocas semanas, el Registro Nacional de Armas (RENAR) lanzó la segunda etapa del Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego y ya lleva recaudadas 5 mil unidades. En la primera etapa se reunieron 107.761 armas de fuego y 774.679 municiones que se reciben en las dependencias del organismo en todo el país y en puestos móviles dispuestos a tal efecto. Los portadores reciben una compensación que va desde los 200 a los 600 pesos según el tipo de arma. Desde que se lanzó el plan, la sede central del RENAR en Buenos Aires tiene jornadas con largas colas de ciudadanos que buscan alejar el peligro de sus casas, la mayoría son mujeres y, entre ellas, muchas viudas de ex militares y policías. Según la Base de datos de muertes por armas de fuego que realiza el Ministerio de Salud, el 80% de las víctimas fatales son hombres jóvenes de bajos recursos y la misma población es la que las estadísticas señalan como mayoritaria entre los imputados. Asimismo, los especialistas en la materia entienden que las armas de fuego exponen aún más a la mujer a un desenlace luctuoso en casos de violencia doméstica. En ese caso, el riesgo se incrementa en un 172%. Los casos de muertes por balas perdidas o accidentes con armas de fuego se repiten entre los niños. En resumen: portar un arma no beneficia a nadie.
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