Es una de las respuestas del FPV a la convocatoria de Cristina Fernández para defender el modelo bajo la consigna “Unidos y organizados”. La crisis mundial, el plan de viviendas y las pujas en el PJ, ejes de la charla con Tiempo Argentino
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La consigna que lanzó la presidenta en el acto de Vélez Sarsfield (“Unidos y organizados”) está produciendo sus primeros efectos en el oficialismo. El lunes pasado, la Corriente Peronista Federal –línea interna del peronismo que representa al kirchnerismo inicial, que acompañó a Néstor Kirchner desde los primeros tiempos de su gestión– se sumó al Movimiento Evita en un acto en el Teatro Empire, en Congreso. La fusión implica que un grupo reconocido de dirigentes y legisladores del Frente para la Victoria –hay senadores y diputados nacionales, pero también provinciales– se integra a una de la agrupaciones con mayor inserción territorial del país, el Movimiento Evita. “Esto responde al mensaje de Cristina en Vélez. Y es una definición fuerte para las batallas que se avecinan, que no van a ser fáciles”, explica a Tiempo Argentino el secretario de Provincias del Ministerio del Interior, el bonaerense Luis Ilarregui.
Amigo personal de Kirchner, ex intendente de Ayacucho a los 33 años, Ilarregui es uno de los miembros históricos de la Corriente Peronista Federal. Del mismo espacio forman parte el senador nacional por Misiones, Juan Manuel “Juanchi” Irrazábal; los diputados nacionales José Mongeló y Remo Carlotto; el diputado bonaerense Alfredo “Loby” Antonuccio; y el coordinador general de la TV Digital, Osvaldo Nemirovsci. “Esto es un salto necesario de la etapa. Porque este tiempo exigía un correlato organizativo para acompañar al proyecto ante las embestidas en su contra, como el terror que quieren volcar sobre la población con el tema del dólar”, dice Carlotto en diálogo con este diario.
Titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, hijo de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Carlotto fue uno de los impulsores de la sesión conjunta de las comisiones de Libertad de Expresión, Comunicaciones y Derechos Humanos que repudió las agresiones a periodistas. “Lo que ocurrió en los cacerolazos, tanto en Callao y Santa Fe como en Plaza de Mayo, está vinculado a la incentivación desde ciertos medios que promueven la estigmatización. No es un hecho casual que en los cacerolazos se haga la señal de fuck you, que es un incentivo a la confrontación”, señala Carlotto. Se refiere al programa de Jorge Lanata.
El diputado advierte que la estigmatización tiene múltiples destinatarios: en su visión, apuntan a deslegitimar a varios actores sociales al mismo tiempo. Los más atacados, dice Carlotto, son los jóvenes que simpatizan con el kirchnerismo y que militan en política. “Lo que combaten los medios hegemónicos es la proyección en el tiempo de un proyecto político. Por eso esta estrategia, que se repite una y otra vez, de demonizar constantemente a los jóvenes. O estas iniciativas de carácter persecutorio sobre los dirigentes juveniles, incluso sobre su vida personal. Todo esto es parte de un objetivo que busca destruir las incipientes instancias de participación juvenil”, denuncia Carlotto.
Reunidos en una parrilla de Palermo, Ilarregui y Carlotto comparten la mesa con otros dirigentes de la Corriente Peronista Federal y del Movimiento Evita, las organizaciones en proceso de fusión. Sentados al lado de la ventana, mientras otean el cielo de un viernes frío y lluvioso, conversan el senador bonaerense Eduardo “Cholo” Ancona y la diputada nacional Adela Segarra (ambos del Evita). Los acompaña el diputado provincial Antonuccio, dirigente del municipio de Merlo y miembro de la CPF. En la charla van apareciendo, por tandas, las principales preocupaciones de la actualidad política. Todos coinciden en que en las filas del peronismo se vienen un debate ideológico y una puja de poder. Se escuchan opiniones críticas sobre algunos dirigentes sub-50: se les reprocha su concepción “neoliberal” y su “individualismo” a la hora de hacer política.
“Algunos sectores pretenden volver a mostrar al peronismo como si estuviera dividido. Queremos que esta vez no haya dudas y que no aparezcan, como sucedió en 2009, sectores traficando identidades políticas, como el caso de (Francisco) De Narváez, como los Macri (por Mauricio y Jorge), que se disfrazan para intentar representar a algunos sectores del peronismo. Nosotros tenemos claro que las banderas históricas del peronismo, y sobre todo la base social del peronismo, está en las reivindicaciones que está profundizando Cristina”, lanza Antonuccio y el resto asiente.
El diagnóstico sobre el panorama interno del peronismo se completa con elogios a la expropiación de YPF y al programa de créditos hipotecarios Pro.Cre.Ar. “Queremos una línea interna del peronismo que sea movimientista, nacional y popular. Y que tenga como guía fundamental los intereses de los trabajadores. Porque está claro que los trabajadores, la base social del peronismo, el pueblo peronista, están acá. Y eso es así más allá de cómo juegue la dirigencia, que tiene la libertad de jugar en nuestro espacio o en otro”, subraya, convencido, Antonuccio. En la charla se nota la alegría por la decisión de Cristina de lanzar créditos para viviendas como medida antirecesiva. “Nosotros, que tenemos presencia en los barrios más pobres del país, estamos viendo que hasta en las zonas más precarias se forman barrios, más o menos organizados, en muy poco tiempo. Una toma de tierra en poco tiempo se convierte en un barrio. Eso tiene que ver con la recuperación del salario y del empleo, con la Asignación Universal”, describe Ancona, quien vive por La Plata y conoce bien su periferia.
La conversación se detiene por un rato en las perspectivas económicas para este año y el próximo. Ilarregui desmiente la más mínima posibilidad de que se produzca “un Rodrigazo” como agitaron algunos sectores de la oposición. “No hay ninguna posibilidad de que se produzca un escenario de ese tipo. Primero porque Cristina no es Isabel, más allá de que en los dos casos murió Perón y murió Néstor Kirchner. Pero la diferencia entre ambas es sustancial. Compararlas es ridículo. Y la otra diferencia es la situación económica. Que hoy puede ser de menor crecimiento, pero no hay una inflación absolutamente reprimida como pasó en 1975, cuando se liberaron abruptamente todas las variables de la economía. El dólar puede estar un poquito retrasado, pero nadie dice hoy que esté retrasado un 100 por ciento. Y las reservas que tenemos son suficientes para jugar contra cualquier corrida bancaria. No hay ningún elemento que permita comparar ambos períodos, salvo el deseo de los que quieren que esto se parezca a un Rodrigazo”, remarca el funcionario del Ministerio del Interior.
Ilarregui recuerda que, en 2009, cuando la crisis internacional produjo los primeros efectos, la Casa Rosada apeló a los créditos de línea blanca para impulsar la compra de electrodomésticos. Ahora, dice, se mantiene la misma estrategia, aunque con objetivos mucho más ambiciosos. “Esta medida de los créditos hipotecarios apunta a aumentar la oferta de créditos para hacer realidad el derecho a la vivienda, pero también es una medida que apunta a la actividad económica. Y en el discurso de Cristina también hay un mensaje para los bancos privados, que en los últimos años han ganado tanto dinero, con inmensas utilidades. Cristina les dijo que deberían destinar parte de esas utilidades a dar créditos a 20 o 30 años”, sentenció Ilarregui como si estuviera anticipando alguna medida fuerte destinada al sector de los banqueros. <
MIRTA PRAINO - 11 6273 2340 http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/
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