Clarín – Cablevisión, fuera de la ley - Por Alfredo Antonuccio (*), especial para NOVA

Alfredo Antonuccio. Como si fuera un clásico en nuestro país, la rebeldía empresarial del monopolio del Grupo Clarín aflora una vez más a través de la judicialización para el incumplimiento de la ley, o sencillamente marginándose con descaro propio. A Cablevisión, uno de los tentáculos de la operatividad oligopólica del Grupo Clarín, no le gusta cumplir con lo dispuesto en la implementación de la Ley 26.522 y recurre mañosamente a la maraña judicial. Pero, esta vez, como se suele decir se “pasó de rosca”, y hubo que caerle con el peso de la ley misma que trata de desobedecer, a pesar de que la Resolución 296/2010 había quedado firme para su inmediato cumplimiento. ¿De qué hablo? Me refiero al tema del reordenamiento de la grilla para los canales televisivos. Tengamos en cuenta que Cablevisión es el único prestador de televisión paga que no hizo el reordenamiento temático y correlativo que se le había ordenado por la norma de ley desde el pasado año; lo que originó, como es lógico, la sanción de la empresa, la que sumó 86 sanciones acorde a los ramales mediáticos. Clarín-Cablevisión, como mecanismo de reacción y subversión a la Ley 26.522 en su artículo correspondiente y la resolución oficial que lo aplica, apuntaron contra el directorio de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Ausiovisual). En especial contra quien lo preside, Gabriel Mariotto. También fueron contra Jorge Capitanich y el resto de los directores (a estos últimos sin nombrarlos en una recusación judicial, mostrando falencias de textos legales de quienes patrocinan al grupo). A todo esto tengo que hacer notar que el Poder Ejecutivo Nacional no se hizo esperar y recientemente la presidenta Cristina Fernández rechazó ese pedido de recusación por parte del monopólico Grupo Clarín con el Decreto 72/2011, exhibido en el Boletín Oficial del último 26 de enero. Los fundamentos esgrimidos por el monopolio son de índole cuasi infantiles en su contenido; da vergüenza ajena entrar en el detalle de los mismos. Y es de destacar la rectitud y coherencia del decreto del Ejecutivo en respuesta. Convengamos que para el cumplimiento de las leyes en un sistema democrático, que cada vez se afianza más, nadie tiene “coronita”, mucho menos aquellos que en función de sus intereses empresariales hicieron lo que quisieron durante los añares de neoliberalismo. (*) Diputado bonaerense del FpV-PJ. Presidente del l Foro Nacional y Popular de Apoyo a la Comunicación Pública.

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