Scioli juntó a todo el arco político
Demostración de unidad tras la dura pulseada con los uniformados bonaerenses. "El policía no es un trabajador más", señaló el gobernador. Destacó las medidas tomadas.
Después de la dura pulseada salarial con la Policía Bonaerense, el gobernador Daniel Scioli recibió ayer a diputados del oficialismo, el massismo, el denarvaísmo, la UCR y el FAP en la Casa de Gobierno. Fue un gesto de unidad y apoyo frente al conflicto que se desató en la provincia por el "efecto Córdoba" y que terminó tras el decreto que subió el sueldo mínimo de los uniformados a 8570 pesos. Ayer, un pequeño grupo de uniformados retirados continuaba protestando frente al Ministerio de Seguridad en rechazo al aumento.
El acto, que coincidió con el aniversario de los 30 años de democracia, sirvió de apoyo político hacia Scioli tras la crisis generada por la protesta policial. En este contexto, acompañado por el vicegobernador Gabriel Mariotto y el jefe de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, Scioli reiteró sus críticas hacia los uniformados. "El policía –sostuvo– no es un trabajador más. La sociedad le confió un uniforme, armas. Si se retiran de su trabajo ponen en riesgo las condiciones y la vida de la gente, como lamentablemente ha ocurrido en varios lugares del país".
El mandatario volvió a repetir que su paciencia tiene un límite al justificar la oferta salarial con que dio por cerrado el conflicto. "Soy paciente pero todo tiene un límite, esta protesta policial puso en riesgo la vida de la gente, había que tomar una decisión y hacerse cargo", sostuvo y agregó: "Celebro que lo hayamos superado porque esto fortalece a la provincia en su conjunto y nos hace poner a la vanguardia".
El decreto, firmado en la noche del lunes, fijó un salario mínimo de 8570 pesos para el oficial que ingresa a la fuerza. La fórmula incluye la suba del plus por mantenimiento de uniforme y equipos a 870 pesos retroactivo a septiembre y a 1300 pesos a partir de enero; más el incremento de la bonificación no remunerativa no bonificable que perciben los efectivos en carácter de incentivo de 500 a 2000 pesos.
Las calles de La Plata recobraron ayer la tranquilidad, aunque un reducido grupo de oficiales, nucleados en el Sindicato de Policías de la provincia de Buenos Aires (SIPOBA), resistía frente al Ministerio de Seguridad, reclamando un mínimo de 12.500 pesos. Argumentaban que la mejora salarial "fue una imposición y no un acuerdo", y se quejaban porque la suba no llega a los jubilados.
Todos los dirigentes que participaron del acto en el Salón de los Acuerdos de la Gobernación, oficialistas y opositores, pusieron el énfasis en la defensa de las instituciones. Mariotto aseguró que la protesta "fue un exabrupto" y se negó a poner el acento "en lo justificado o no de la pretensión salarial". Aclaró que "los funcionarios públicos, en este caso la policía, a la hora de peticionar tienen que honrar la función y ajustarse a la institucionalidad".
El titular de la Cámara Baja, Julián Domínguez, reafirmó el apoyo de los diputados nacionales a todos los gobernadores provinciales, expresado en un documento; mientras que el diputado nacional Carlos Kunkel consideró que este conflicto policial fue "un intento de desestabilización, que fue preparado hace meses".
El diputado massista Felipe Solá dijo que "la actitud policial es una actitud ilegal, no permitida y que pone en juego la estabilidad del Estado y como tal la estabilidad de la democracia", mientras que Gerardo Milman, del FAP, señaló: "Hay muchísimas formas de reclamar por salarios por la fuerza de seguridad, pero nunca dejando la vida y el patrimonio de nuestro ciudadanos al borde de la desaparición".
MIRTA PRAINO - 11 6273 2340 http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com/
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